Analistas del sector automotriz consultados hoy por Al Volante, dijeron que existe un claro y real riesgo que el Acuerdo de Complementación Económica, ACE 55, con Brasil y otros países como Argentina, Uruguay y Paraguay, pueda romperse luego que el gobierno mexicano expusiera este jueves su desacuerdo a abrir una renegociación del pacto. De darse el rompimiento, dijeron, una de las principales fábricas afectadas sería Volkswagen de México.
Dichas fuentes, que exigieron el anonimato por lo delicadas que son las negociaciones actuales, afirmaron: «La posibilidad de un rompimiento es real. México cumplió con un gran déficit desde que se firmó el ACE 55 original en 2002 y con varias modificaciones desde aquel tiempo. Ahora que México comienza a sacar cierta ventaja de las operaciones, una de las partes como es Brasil, intenta renegociarlo».
— ¿Por qué si los interesados en la re-negociación son los brasileños, son los mexicanos los que tienen que ir a Brasilia y no ellos venir a México?
— Esta es una buena pregunta. El gobierno mexicano debió dar una señal de fortaleza al preguntarle a su contraparte: «Está bien, si quieren dialogar con nosotros, estamos a sus órdenes. Los esperamos para ver sus propuestas. Pero el hecho que las autoridades aztecas hayan acudido a Brasilia a ello da una señal de debilidad, incertidumbre, nerviosismo por parte de la delegación nacional, aseguraron los entrevistados.
Uno de los cuestionados, funcionario que en 2002 estuvo en la mesa de negociaciones de ese acuerdo con Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay en el seno de la ALADI, aseguró a este espacio que «las empresas automotrices en México se comprometieron a que en dos años, o sea en 2005 (dado que el acuerdo inició operaciones en 2003) estarían exportando automóviles a Brasil. Y no fue sino hasta 2010 cuando lo comenzaron a hacer, y con mayor dinamismo en 2011. Durante esos años, 2003 a 2008, los sudamericanos hicieron su agosto con nosotros».
— ¿Qué tiene qué perder México si se rompe el ACE 55?
— Todos en una negociación rota pierden. La pregunta entonces es quién pierde más. México exporta el 40% de los autos que envía a Sudamérica (321,863), a Brasil. Pero los sudamericanos llevan ventajas en otros rubros como en autopartes, agrícola, químicos, etc. Por tanto, creo que Brasil está arriesgando una carta muy fuerte si quiere jugar con los intereses de México y su política comercial exterior.
El funcionario aseguró que, así como en 2002 una de las empresas automotrices que más se beneficiaron del ACE 55 con Brasil fue Volkswagen de México, con un rompimiento del acuerdo esta será la empresa que más se vería afectada ya que, desde entonces envío desde Brasil el modelo Pointer y todos los vehículos que nos llegaron de allá como Golf, camionetas pickup y todos los productos de bajo costo.
Ahora Volkswagen se vería afectada porque envía desde México productos con mayor valor agregado como el Jetta sexta generación y el Beetle, unidades de mucho mayor precio a los Pointer y Gol que se trajeron y traen a México. Ya no podrá cubrir el segmento de autos subcompactos que no tiene en Mëxico, «aunque existe el proyecto de la fabricación del Polo en el país, pero también con valor agregado para exportar a Estados Unidos; seguirá «descobijado» en el segmento de autos populares que le sale más barato traer de Brasil», dijo.
El próximo martes 14, Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, AMIA, y quien en 2002 trabajara directamente como funcionario en la Secretaría de Economía para abocarse a la tarea de discutir y negociar el ACE 55 con los países del Mercosur, dará la cara a los medios para explicar la postura de los fabricantes e importadores de automóviles que operan en México, ante la situación que se vive con Brasil en materia automovilística.