Habrá paros generalizados en la industria; riesgo de cierres

No sólo es el anuncio de paros técnicos en las tres plantas de General Motors de México en Ramos Arizpe, Silao y San Luis Potosí (¿qué pasa con Toluca?), otras armadoras también van a detener sus actividades el resto del año y varias semanas de enero como es el caso de Volkswagen de México, Nissan Mexicana, Ford Motor Company, Toyota Motor Sales y Chrysler de México. Aún Honda de México en El Salto va a tener una frenada de su ensamble de camionetas CR-V´s. Pero la verdadera amenaza para 2009 son los cierres totales de por lo menos dos plantas armadoras que se pudieran dar en el país.

Y es que ante una contracción del mercado interno del 20% que se espera como uno de los escenarios negativos para el 2009, según Eduardo Solís, presidente de los fabricantes e importadores de unidades representados en la AMIA, podría allanar el camino de los proyectos e inversiones para el año entrante.

Si el mercado interno baja de 1 millón 190 mil unidades que se venden cada año a menos de un millón de autos y camiones ligeros por venderse para 2009, esto contraerá algunos proyectos de las siete armadoras que trabajan en México. Y también la producción para este mercado, por supuesto.

El otro fenómeno que pesa, y pesa mucho más, sobre un posible cierre de plantas es el hecho que el Senado norteamericano aún no ha aprobado un crédito urgente de $14,000 millones de dólares para General Motors y Chrysler LLC, lo que permite creer la posibilidad de que ambas empresas tuvieran que declararse en quiebra técnica en enero y de allí un mayor riesgo a una clausura de alguna de sus factorías en cualquiera de los tres países de América del Norte donde tienen operaciones, incluido México.

De hecho General Motors ya ha cerrado algunas de sus plantas en Estados Unidos.

Hoy la correduría financiera norteamericana Moody´s dice en Automotive News que existe un 70% de probabilidades de que GM y Chrysler LLC se declaren en quiebra técnica muy pronto. De ser así, las consideraciones de cierre de plantas y el despido masivo de trabajadores serán implacables. Y México allí corre un riesgo (con o sin «la ayuda» que el gobierno mexicano pretende dar al sector vía el financiamiento a la venta interna).

Julio Panamá, presidente de Nissan Mexicana, dijo en días pasados a alvolante.info que desde el 15 de noviembre comenzaron los paros técnicos escalonados en las plantas de Aguascalientes y CIVAC Morelos. Estos continuarán durante enero y principios de febrero a fin de adecuar su producción a la demanda mundial (que está a la baja en todos lados).

Por tanto, el anuncio hecho esta semana de que van a haber paros técnicos en las plantas de GM ubicadas en Ramos Arizpe, Coahuila; Silao, en Guanajuato y la más recientemente abierta en San Luis Potosí, tiene que venir acompañado de la consideración de que otras armadoras también van a parar. Algunas de ellas no sólo hasta los primeros días de enero, sino de febrero.

Thomas Karig, vicepresidente de asuntos gubernamentales de Volkswagen de México, también fue abordado por alvolante.info en Acapulco recientemente. Nos dijo que ellos pararán actividades desde la segunda quincena de diciembre y regresarán hasta el 12 de enero en su planta de Puebla.

Una tercera consideración es que las exportaciones de automóviles de México hacia Estados Unidos continuarán cayéndose porque la demanda en ese país se ha sentido en un 35%. Y casi el 70% de los envíos de vehículos armados en México hacia el mundo, se van a Estados Unidos. El impacto va a ser brutal, al riesgo de un cierre de alguna de las factorías involucradas con las tres grandes norteamericanas.

Chrysler LLC ha visto disminuido su proyecto conjunto con Chery Automobile de China para la producción conjunta de un modelo para el mercado en el Continente Americano. Sólo se ha respetado la cláusula de una posible importación de un vehículo pequeño como el modelo Chery QQ. Pero de existir una quiebra técnica, ni esto se va a cumplir. En tanto, una situación catastrófica de sus finanzas pudiera motivar el cierre de factorías. La de Toluca en México estaría corriendo ese riesgo, dado que allí sólo se mantiene la producción del PT Cruiser, modelo que se ha visto seriamente afectado en su demanda mundial.

Ford está reviviendo su planta en Cuautitlán, México, donde ha destinado la producción del nuevo modelo Fiesta de diseño europeo (no el que se produce en Brasil). Pero aún este proyecto tendría que revisarse nuevamente en caso de una quiebra, al poderse detener la inversión.

La planta de Hermosillo, Sonora, también está registrando paros técnicos. La demanda de camionetas de lujo Lincoln Marinero ha bajado en Estados Unidos, por ende la producción en México disminuirá, al igual que el modelo Ford Fusión. El ajuste afectará sensiblemente a la cadena de proveedores que se localizan en dicho parque industrial.

Las ventas de Honda en México cayeron drásticamente. Aún la demanda de su camioneta familiar CR-V que se produce en El Salto, Jalisco (que antes tenía hasta lista de espera en las distribuidoras), bajó. Ello obliga a reconsiderar los planes de producción para el año entrante. Los ajustes en el ensamble también se reflejan en paros técnicos.

Toyota sólo tiene una pequeña planta en Baja California donde destina 50,000 camionetas pickup para la exportación. Sus planes han sido reconsiderados. Toyota Motor de Estados Unidos anunció el paro del proyecto de producción del Prius en Estados Unidos, por la recesión económica que golpea en todos los frentes, aún en la venta de los vehículos japoneses.

No queríamos ver el peor escenario. Pero allí está.

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