Leopoldo Orellana Funes, nacido el 16 de febrero de 1963 en la Ciudad de México, falleció el sábado 16 de agosto a los 51 años de edad. Se desempeñaba como presidente y director general de Mazda en México. Su trayectoria de más de 27 años en el sector automotriz es reconocida por cientos de personas que conocieron de su honestidad, bonhomía, solidaridad y profesionalismo en el medio en el que se desempeñó.
Polo Orellana (Foto Al Volante).
Polo Orellana estudió Ingeniería en la Universidad Anáhuac de la Ciudad de México. Luego hizo una Maestría en Austin, Texas, EEUU. Posteriormente fue el diplomado negocios de alta dirección en el IPADE. Entró a Ford Motor Company de México en 1986 siendo una de sus áreas donde más destacó la de Finanzas, a cargo de Juan Antonio Salazar.
Quienes lo conocieron en Ford hablan de un joven brillante, entusiasta, honesto, muy comprometido con la marca. A uno de ellos le decía: «Quiero aprender a manejar como tú, a ver si me enseñas en la pista de Cuautitlán», le revelan a Al Volante.
Cuando Ford tenía a nivel internacional el control de Mazda, Volvo, Jaguar y Land Rover, a Orellana le fue encomendada la labor del funcionamiento de la conversión con la tecnología de Mazda en los vehículos Ford.
Fue su gran entusiasmo y entrega, la que fue vista por los directivos japoneses de Mazda como positivo para hacerse cargo de la autonomía total de Mazda de Ford. Orellana tuvo entonces la gran encomienda de introducir la marca nipona en el país, generar una sólida red de distribuidores y desarrollar la marca hasta la instalación de la planta en Salamanca, recientemente. Este largo proceso de 2004 a 2014 representaron 11 años de diaria actividad, dinámica y emprendedora.
Al Volante tuvo la oportunidad de entrevistarlo desde que se desempeñaba en Ford. Nos decía: «Me alarman a veces tus notas, pero reconozco tu trabajo y lo respetaré siempre». Desde entonces, hace más de 20 años, se tejió una relación de respeto entre el personaje y este espacio, por lo que la pérdida de Polo no sólo lo es para la industria sino para quien esto escribe. Joven ejecutivo alegre, brillante, siempre echado hacia adelante, valiente y quien supo hacer buenos amigos en la industria por su gran trato siempre recto.
En otra conversación nos confió: «Lo que más amo en la vida es a mis tres hijas, María Isabel, María Jose y María Ana». Poco tiempo después se divorciaría y entraría en una difícil etapa donde el entusiasmo disminuye y las fuerzas faltan.
Conjuntar todos esos retos en una tarea de todos los días, requirió siempre del gran temple de Polo Orellana. Hasta el fin.
Dos semanas atrás se sometió a diversos estudios en el Hospital ABC de Santa Fe, en la Ciudad de México. No se sentía bien. La salud vino mermando en los pasados días y el sábado 16 de agosto, por la madrugada, las cosas se complicaron para él.
Falleció en las primeras horas del sábado. Sus restos fueron velados en Gayosso Santa Fe el sábado y cremados el domingo a las 13 horas en Gayosso Sullivan.
Directivos de Mazda Motor de EUU, como Jim O´Sullivan, presidente y director general de Mazda de Estados Unidos, así como todo el equipo de trabajo de la empresa automotriz en México, estuvieron presentes en el último adiós a Polo. También lo hicieron compañeros de la prensa, ex-amigos de Ford; Eduardo Solís, presidente de la AMIA, funcionarios de la Secretaría de Economía y familiares.
¡Hasta siempre, Polo!