La venta de automóviles nuevos en México, y de camionetas ligeras, en agosto, fue de 88,332 unidades, un 6% de avance mientras en el acumulado enero a agosto fueron 676,964 vehículos, un 8.8%. Lejos de los crecimientos que se tenían en 2005 y un poder adquisitivo noqueado por la recesión que se vive en México.
Las ventas crecen pero no como se esperaba (Foto Al Volante).
Las agencias automotrices del norte del país, desde San Luis Potosí para arriba, padecen la baja venta de sus unidades tradicionalmente exigidas por el consumidor, hablamos de las pickups. Este mercado se ha caído terriblemente. Las distribuidoras están optando por cambiar sus unidades nuevas al patio de autos seminuevos y venderlas como tales, ante la baja demanda que hay por las camionetas por estrenarse.
Los 88,332 autos vendidos en agosto y que crecieron raquíticamente 6% en un mes donde ya pasaron los gastos de vacaciones, útiles escolares y colegiaturas e inscripciones de los padres de familia, y por ende debería detonarse de nuevo por los nuevos modelos que se están presentando, pero no ha sido así. La extinta clase media mexicana padece de los estragos que la recesión económica está causando a sus economías familiares. Y en lo que menos piensan ahora, es en estrenar auto.
En el acumulado de ocho meses la demanda fue por 676,964 unidades, 8.8% más que en el periodo anterior. Pero no es un año dinámico como fuera 2005 poir ejemplo. Las ventas parecen subir, pero lo que está haciendo el mercado es dejarse llevar por la inhercia de una venta estancada, limitada, mediocre. México debería estar ahora en los niveles de 2 millones de unidades al año en la comercialización de autos nuevos, y no es así.
La producción, el fiel reflejo de la realidad de las marcas, tuvo 259,106 unidades en agosto, 4.1%, y en el acumulado 1´986,579 unidades. Con miras a que se superen 2.5 millones al año, lejos de los 3.5 millones que debería estar en el país a estas alturas (Brasil cerrará con más de 4 millones producidas al año).
Exportaciones: 226,903 unidades en agosto con 20.4%, un ligero disparo luego de meses de mayo, junio y julio realmente patéticos. El acumulado es de 1´580,724, sin crecimiento (0.6%). Ello es resultado de la nueva política económica de Estados Unidos en aprovechar su capacidad instalada para producir para adentro y aligerar pedidos de autos importados. Brasil también se ha cerrado con cupos limitados, lo que afecta la exportación destinada a Sudamérica.