Este es un editorial. Quiere decir que es la opinión de un servidor sobre el tema de los autos chinos en México.
Tengo la impresión que lo chino en nuestro país no es bien visto. Pero creo que se tiene la idea de que todo lo chino es malo.
Esta situación se ha llevado más allá de los productos. Pareciera que invade la esfera del trato humano, esto es del racismo, de lo anti-chino.
Sin embargo, platicando con un empresario asiático de esos que tienen su tienda de comida rápida, dice que los mexicanos lo tratamos bien. Que en México ha hecho buen negocio y que por nada del mundo se iría de nuestro país.
¿Dónde radica entonces esa percepción negativa de «lo chino»?
A la piratería: Los chinos copian todo y lo hacen a precio más barato aunque no tan igual en calidad que el original.
Este panorama es histórico: «Te cobras a lo chino».
Esta situación tiene muy molestos a muchos empresarios no sólo de México sino de casi todos los países del mundo. La General Motors demandó a Chery Automobile por copiarle su Matiz de su colaboración con Daewoo… hasta BMW está demandando por las copias. La cerveza Corona mexicana es copiada con otro nombre por una firma china.
Pero no nos perdamos.
Lo que ahora tiene preocupadas a las empresas relacionadas con la industria automotriz en México es la entrada de autos chinos.
Platiqué con dos ejecutivos del sector del automóvil, uno de autopartes y otro de la armadora General Motors. Ambos están de acuerdo en que este convenio de la fábrica FAW china con el Grupo Salinas del empresario Ricardo Salinas Pliego no sería tan mal visto a no ser porque este ejecutivo no tiene en México una buena reputación. Lo perfilan como «excesivamente ambicioso y sin escrúpulos» y no confían que lleve a cabo su inversión de $150 millones de dólares para levantar una planta en Zinapécuaro, Michoacán.
¿No será que lo que a ustedes realmente les preocupa es que los autos FAW les roben mercado?, les pregunté.
«No –dijeron–, la competencia siempre es buena. Bienvenidos los autos de China, siempre y cuando respeten las normas mexicanas en materia de seguridad del automóvil, emisiones contaminantes y calidad en el servicio y el abastecimiento adecuado de refacciones, como lo hacemos nosotros».
Creo que debemos quitar el estigma de «lo chino» a la marca FAW. Debemos dejarla de ver con el velo del prejuicio.
¿Tiene derecho la FAW a vender autos en México? Me parece que sí.
Implícitamente el gobierno de Felipe de Jesús Calderón se ha comprometido a esta operación (el ensamble de autos chinos en México), al igual que el gobierno estatal de Michoacán con Lázaro Cárdenas Batel, amigo de Ricardo Salinas Pliego (RSP).
Hay que seguir de cerca lo que va a hacer RSP. Con lupa.
Porque lo que se mira a la vista de un panorama cercano es que sus tiendas Elektra comiencen a vender coches chinos excentos del pago de arancel y que luego no se lleve a cabo el ambicioso programa de inversión en la nueva planta.
Por cierto ¿cuántos coches le va a permitir el gobierno importar a RSP libres de arancel y por cuánto tiempo?
Usted, querido lector, tiene la palabra.