El día de hoy la gasolina en California, Estados Unidos, cuesta $3.50 dólares el galón, o sea que ha bajado en un dólar promedio en las últimas semanas. En cambio en México el precio ha aumentado arriba de lo establecido en la Ley de Ingresos de la Federación, lo que significa que el gobierno de Felipe Calderón está alterando ilegalmente el costo del combustible, aumentando de manera indiscriminada e igualándose con la de Estados Unidos, salvo que los sueldos en México son de hambre. Pero eso no es todo, su secretaría de energía dice que la gasolina seguirá subiendo y el diesel ascendió hoy 17 centavos más.
Si la visión gubernamental es igualar el precio de los combustibles con el que impera en la Unión Americana, pues sólo le falta incrementar en por lo menos 500% el sueldo de la clase media trabajadora en este país.
El segundo gasolinazo que se acaba de registrar en México, incremento al precio de la gasolina Premium y Magna Sin, ahora se ve completado por el aumento al precio al litro del diesel que a partir de hoy subió a $6.37 pesos. ¿Para qué comprar un auto con motor diesel si su mantenimiento saldrá igual de caro que un auto propulsado por gasolina y no es tan caro como uno a diesel?
El litro de Magna cuesta ahora $7.32 cuando en la Ley de Ingresos se planteaba a $7.17. ¿Por qué aumenta la gasolina si el precio del petróleo está bajando en estos momentos? No hay justificación, pero la Secretaría de Hacienda hace de las suyas con apoyo oficial y explota más el de por si deteriorado nivel de vida de la población en este país lleno de injusticias y harto de corrupción oficial verde, blanco y rojo y ahora también azul.
¿Quién en ese gobierno va a parar la escalada de precios? Nadie, al contrario. La actual situación le permite a ese gobierno justificar su reforma energética para entregar los recursos nacionales al capital extranjero que lo explotará y abandonará cuando ya no quede nada.