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No podía abrir el Gran Premio británico con peor noticia: Las ocho escuderías afiliadas a la FOTA rompieron hoy con la FIA y organizarán en 2010 su propio campeonato de Fórmula Uno. Max Mosley dice que el problema se podrá arreglar pronto; la FOTA dice que no.
Max Mosley y Bernie Ecclestone conversaban acaloradamente en el paddock del Gran Premio de Inglaterra en Silverstone, en el armado del gran circo, previo a la sesión de entrenamiento de este viernes. Ecclestone puede ser el único en intentar salvar a la Fórmula Uno después que Mosley ya se confrontó con las ocho escuderías que conforman la Asociáción de Equipos de Fórmula Uno (FOTA) y está dispuesto a denunciar penalmente a Ferrari por sus actitudes, dice, en la división del campeonato y sus escuderías.
Hasta hace una semana se esperaba una solución entre las dos partes, FIA y FOTA, pero ayer las condiciones se empeoraron para una posible solución. Ferrari explotó contra Max Mosley y la situación finalizó en la decisión de los socios de FOTA en salirse en bloque de la F-1 para el próximo año.
Bernie Ecclestone, presidente de Formula One Management, escuchó la posición de las escuderías disidentes quienes dicen que «desde 2006 decenas de millones de dólares se han ido a la bolsa de la FIA en derechos y los de las escuderías han sido pasados por alto».
Dice la FOTA en un comunicado que «estamos listos para iniciar una alternativa en la Fórmula Uno con un mayor respeto a los derechos de quienes hacen el circo». La democracia de los ocho equipos de FOTA ha decidido en voto bajar incluso el costo de entrada de la afición a las distintas fechas de la Fórmula Uno, pues Mosley se llevaba comisión de todo.
La distancia entre Mosley y los jefes de las escuderías se venía haciendo mayor cada carrera. Le pidieron a Max que considerara los presupuestos de los equipos también en aspecto del costo total del máximo circo, pero el directivo inglés sólo tuvo ojos para ver el comportamiento de las escuderías fuertes como Ferrari o McLaren en el terreno presupuestal, castigándolos con un reglamento acomodaticio para las escuadras menores como Brawn Mercedes GP o Forza India, por ejemplo.
Ello causó malestar, muy grande, en Ferrari y McLaren principalmente, pero también en Williams. Desde febrero pasado comenzó a crecer la idea de salirse de la F-1 de Mosley y abrir un nuevo serial en 2010.
Mosley presionó diciendo que las escuderías que no firmaran desde el viernes pasado quedarían fuera. Incluso dío a conocer una lista que incluía todas, pero sin la anuencia de Ferrari o Williams.
La casa italiana protestó e incluso amenazó con denunciar a Mosley en los tribunales. Ahora el anciano ejecutivo se defiende con una contrademanda contra la escudería del caballo rampante por compromisos ya adquiridos y que ahora Ferrari no puede echar para atrás.
Red Bull y Toro Rosso pedían ayer una conciliación, pero no llegó.
Este sábado la FIA dará a conocer oficialmente la lista de equipos que siguen en la Fórmula Uno. En la lista incluye a Ferrari «porque hay documentos firmados por esta escuadra por cumplir en 2010 y 2011», dice el comunicado de la FIA. Pero Ferrari dice que no tiene ese compromiso y que puede demandar a la FIA por esas exigencias.
La FIA trae a colación la firma del Pacto de la Concordia en París en 2005, firmado por Ferrari y Toro Rosso.
Los nuevos equipos en la lista FIA son el de Adrián Campos (España), Brabham, Prodrive, Epsilon y March, además de Ferrari y Toro Rosso.
Otra guerra será la de las cadenas televisivas con Mosley. Analistas europeos dicen que la televisión estará donde esté el espectáculo y Ferrari. Por tanto, la FIA se podría quedar sin ese apoyo comercial de las grandes cadenas informadoras.
