Se abre industria a Brasil, Colombia, Perú, Paraguay y Uruguay

A partir de las negociaciones que el gobierno mexicano realiza en estos días con los gobiernos de Brasil, Colombia, Perú, Paraguay y Uruguay, habrá libre intercambio de mercancías… y automóviles, con esos países. Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, habla a Al Volante de estos sucesos. ¿Recibiremos más autos de Argentina y Brasil a precios más competitivos? Pues todo depende de las monedas.

Dr. Eduardo Solís, presidente de la AMIA (Foto Al Volante).

Entrevistado hoy sábado por Al Volante en la emisión de Radio Fórmula, el Dr. Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, AMIA, dijo que en estos momentos el director de la agrupación, Fausto Cuevas, está en Sudamérica participando con el grupo mexicano que conforma el gobierno federal para negociar la ampliación de los acuerdos ACE 55 con varias naciones.

— ¿Cómo está el estatus de las negociaciones en este momento?

— Estamos teniendo la ampliación de negociaciones con Brasil, con Colombia y con Perú. Ya negociamos con Paraguay y Uruguay y a partir del 1 de julio próximo nuestra industria automotriz podrá enviar autos y camiones a esas naciones sin pagar aranceles.

Aclaró que la comercialización ya se venía dando pero con el pago del impuesto respectivo sobre todo para Colombia, Uruguay y Paraguay, mientras que para Argentina y Brasil existían políticas de cupos con un número determinado de unidades libres del impuesto.

En efecto, empresas como General Motors y Volkswagen, principalmente, aprovovechan los beneficios de los cupos para traer y llevar automóviles entre México, Brasil y Argentina, desde hace algún tiempo.

De esta manera tenemos en México autos como el Gol de VW que viene de Brasil con cupos para no pagar impuestos. Pero con este país se calculan las negociaciones más delicadas porque la economía brasileña, manejada por un gobierno de izquierda, ofrece una total protección a su industria automotriz, sobre todo de autopartes. Dicha economía está totalmente horizontalizada, quiere decir que existen una enorme cantidad de proveedores de las fábricas automotrices.

Colombia, en cambio, es una nación que recientemente goza ya de una política de cupos pero ahora, con los Acuerdos de Cooperación Económica con varias naciones, como con México, podrá exportar autos a México como el Renault Duster, una camioneta familiar compacta que pronto llegará a México. A cambio, nuestro país aprovechará todo el potencial para incrementar sensiblemente la exportación de, por lo menos, 10 modelos al país sudamericano.

Perú, dice Solís, una nación sin industria automotriz, es una atracción para la industria automotriz mexicana a fin de incrementar el número de vehículos hechos en México.

Con estos acuerdos que están por firmarse en los próximos meses, México y su industria automotriz se abren prácticamente a toda América Latina con lo que el flujo de autos de las propias empresas multinacionales se verá fortalecido.

Al Volante acota: Si tuviéramos una industria automotriz propia, que México fuera fabricante de automóviles de propia manufactura, estos tratados serían muy benéficos. Pero al ser las propias multinacionales como General Motors, Volkswagen, Nissan, Ford… las que gozan de un libre intercambio de productos, pues el beneficio directo es para ellos.

Dice Al Volante: Si la calidad de los productos argentinos y brasileños fuera del nivel que los mexicanos, también el beneficiado será el consumidor. Pero vemos que no es así. Los autos sudamericanos no tienen el acabado de aquellos que se ensamblan en México.

Perú es una nación que importa chatarra china y coreana. No tiene plantas fabricantes de automóviles. Pero también hay que reconocer que el poder adquisitivo de la población no da como para recibir un número muy alto de autos hechos en México.