Para entender el fenómeno de crisis automotriz es importante conocer cómo fue el comportamiento de las ventas de automotores en los Estados Unidos, el mayor consumidor. En 2008 se vendieron 18% menos unidades a 13 millones 247 mil 431 vehículos (13.2 millones), mientras en 2007 la comercialización fue por 16 millones 154 mil 064 unidades (16.1 millones). 2.1 millones menos son muchos coches, lo que explica la baja productiva y el cierre de plantas allá y aquí.
Sin una verdadera reactivación de la demanda, las ventas seguirán bajando en 2009 y por ende la producción mundial, lo que golpeará a millones de trabajadores de todo el mundo, ya que la crisis económica norteamericana ha pegado en todas las economías regionales. El problema productivo es enorme y afecta a todos.
La caída del 18% en las ventas del mayor mercado mundial ya era esperada por los analistas. Hubo parámetros ubicados incluso por debajo de esa cantidad (13.2 millones), focalizados en 12.1 millones, lo cual quiere decir que la baja pudo haber sido peor.
Sin embargo, este derrumbe es brutal. Vender 2.1 millones menos de autos y camiones ligeros le ha representado, principalmente a las tres empresas norteamericanas más afectadas GM, Ford y Chrysler, el cierre de 62 plantas en el 2008. A ello hay que sumar a otras 500 empresas de autopartes que también han tenido que detener su producción. En hombres sin trabajo la cifra puede superar los 200,000 empleos directos.
La baja también afecta la rentabilidad de las empresas. GM, Ford y Chrysler han dejado de ganar dinero del negocio automotriz. Pierden y pierden cada rato. Así no pueden seguir adelante. Lo mismo ha pasado con sus proveedores. Más de 1,000 empresas globales se ven seriamente afectadas. Unas 100 ya se han declarado en bancarrota en Estados Unidos y Canadá para evitar la invasión de las financieras sobre sus capitales.
Las principales empresas automovilísticas en Estados Unidos tuvieron las siguientes bajas: Chrysler -30%, Ford -21.8%, GM -22.7%, Honda -7.9%, Nissan -10.9%, Toyota -15.4% y Volkswagen -4.4%. Como se puede ver, las japonesas y la europea VW fueron las menos afectadas. Por algo será. El público anglosajón está demandando más automóviles compactos, ahorradores de gasolina y eficientes en su tecnología en general. Parece que el cambio de una mentalidad consumista a una de eficiencia y ahorro va en serio.
La industria en México está muy ligada al comportamiento y quehacer norteamericano. Por eso hay que estar muy al pendiente de lo que se hace o deja de hacer en el vecino país al que el gobierno mexicano le apostó para jugársela con norteamericano desde que firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Este año por lo menos cinco empresas de autopartes, importantes, cerrarán en México.
Por tanto, el panorama para 2009 es crítico para la industria norteamericana pero también para la que trabaja en México.
Aún con el apoyo de $17,400 millones de dólares por parte del gobierno norteamericano, las tres grandes de Norteamérica tendrán un primer semestre difícil. Chrysler es la que podría zozobrar porque sus finanzas son las más débiles y porque su caída ha sido brutal en 2008, un 30% en el año y un 53.1% en diciembre. ¿Sabe lo que es vender 626,000 unidades menos?
Las tres norteamericanas exportan desde México camionetas grandes como Ram de Dodge y Suburban de Chevrolet, por poner un ejemplo. Ford ya de plano dejó de vender pickups para allá desde Cuautitlán. Entonces, hasta que no haya una reconversión de la producción en las plantas de GM, Ford y Chrysler, no podrán tener juego en la exportación y su ensamble se verá reducido, de ahí los paros técnicos contínuos que se han presentado, el alargamiento de las vacaciones y fenómenos por el estilo.
Así que no esperemos muy buenas noticias por lo menos en el primer semestre. Cosas buenas les pasarán a Volkswagen de México y Nissan Mexicana. Al tiempo.