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Aún con el acuerdo por la defensa de la economía y el empleo impulsado por el gobierno federal, que en uno de sus preceptos habla de contar con un fondo de $2,000 millones de pesos para proteger el empleo en caso de paros técnicos y evitar así los despidos en el sector productivo del país, decimos que a sus promotores se les hizo tarde para aplicarlo: El fin de semana se hizo pública la liquidación de 200 obreros de Ford Motor Company de su planta en Hermosillo, Sonora, donde produce el Ford Fusión entre otros.
De acuerdo con las declaraciones de Ricardo Martínez, líder del sindicato de Ford en la planta de Hermosillo, Sonora, y recogidas por La Jornada en su edición del domingo anterior, alrededor de 200 obreros fueron despedidos por la baja en las ventas que registra dicha firma en Estados Unidos.
Por tal motivo, la producción de Ford Hermosillo ha bajado de 52 a 45 vehículos ensamblados cada hora con un ajuste de la plantilla laboral entre el 5 y 7%.
Ford Hermosillo opera con 2,500 trabajadores en promedio.
El paro técnico en la planta de Hermosillo, de acuerdo a la información publicada, inició desde el pasado 19 de diciembre. Los trabajadores, dijo el líder sindical, están recibiendo «la mayor parte» de su pago semanal aún estando el 75% de la planta laboral en descanso. Otro 25% del personal realiza obras de mantenimiento en el complejo.
Hay que recordar que en Hermosillo se producen los modelos Ford Fusión, Mercury Milán y LIncoln MKZ, además del Fusión híbrido.
Reconoció el líder sindical que el inventario de los modelos producidos es alto en los patios de la planta y que confían que ya no haya otro paro en el 2009.
La tibia posición de la secretaría de Economía en el asunto es desesperante. No ha habido un pronunciamiento de esta dependencia para dar los detalles del apoyo económico al sector productivo, menos a la industria automotriz.
Las asociaciones del ramo, AMIA y AMDA, han trabajado, en vano, por lograr una entrevista con Felipe Calderón, el que se ha autonombrado «el presidente de la industria automotriz» y no lo han conseguido. Ese esfuerzo ya tiene medio año de realizarse, pero parece que las críticas que ha habido por parte de algunos actores de la industria «espantan» el clima de comunicación que debiera haber desde hace mucho con este sector que es el segundo generador de empleos, después de la industria petrolera.
Ni los apoyos llegan, ni hay una comunicación fluida con el sector automotriz por parte del gobierno. El buque navega sin timón.
