Hoy regresa a la radio la periodista Carmen Aristégui, lo que celebramos como comunicadores libres e independientes de este país. El periodista que trabaja para un sistema empresarial de comunicación, está sujeto a las decisiones de los dueños de los medios, quienes ven bien o mal la labor del periodista, de acuerdo a sus intereses económicos. Carmen y otros, dependen de eso. Por ello, bienvenida a la radio… mientras los dueños de MVS, Joaquín Vargas encabezándola, y Carlos Slim, presidente de Telmex y ahora ligado a los Vargas, le permiten. Y una crítica muy severa a los medios de comunicación regresivos, atrasados, limitantes de la libertad de expresión como Televisa… y al actual gobierno mexicano que ha pecado de intolerante ante los comunicadores que buscan la democratización de los medios en México.
La salida de Carmen Aristégui de W Radio de Televisa el año pasado, se dio por las presiones del Grupo Prisa español, socio de Televisa, que vieron con su preocupación empresarial el apoyo que la comunicadora dio a los actores políticos de la oposición y por rodearse de una barra de líderes de opinión de una corriente crítica, apasionadamente demócratas y analistas de las muchas fallas del gobierno actual.
El semanario Proceso dio a conocer en su momento los vínculos del Grupo Prisa español con el gobierno mexicano y de cómo actuaron los hilos conductores de este gobierno contra la comunicadora. Televisa falló a su compromiso con la noticia informativa objetiva y por ende con los radioescuchas.
Nuestro repudio a medios de comunicación tan vergonzantes como Televisa: Una empresa mediocre, sin ideas innovadoras, limitante de los derechos de información de los trabajadores de la labor periodística, defensora de los intereses de los grupos de poder, tanto económicos como políticos y nuestro deseo esperanzador de que la comunicadora reciba un trato distinto por parte de los señores Vargas y los Slim en su labor al frente de la barra noticiosa de MVS.
Carmen está contenta, dice que este país podrá ser mejor si todos concurrimos en alcanzarlo mediante el debate, sin sacarle la vuelta a los temas, enfrentando los muchos asuntos de este país con ojo crítico, con ganas de decir, con ganas de establecer un canal de expresión fuerte, vigoroso y amplio. Así lo dice Carmelita. Que así sea.
Por la defensa de la libertad de expresión en México y contra los grupos regresivos tanto empresariales como gubernamentales.