Winterkorn camina por la planta de VW en Puebla

El ingeniero de sonido prueba las bocinas que han sido montadas justo a un lado de la línea de producción del Beetle donde comparten lugar el ensamble del Cabrio y el Jetta mexicano (por aquello que sólo aquí existe este modelo mientras la evolución del Bora es lo que se conoce como Jetta en Estados Unidos, mercado a donde se exporta este compacto).

Este jueves 31 de enero, mientras la Ciudad de México ha sido tomada por 100 mil campesinos y hombres y mujeres de la ciudad que se revelan contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN, sobre todo en el apartado agrícola, el presidente mundial de Volkswagen AG, Martin Winterkorn, ha llegado a la planta de la firma en Puebla, inaugurada en 1964 por el temible y autoritario Presidente Gustavo Díaz Ordaz, precisamente un poblano clasemediero.

Winterkorn en Puebla

El presidente mundial de VW, Martin Winterkorn habla esta noche a los trabajadores mexicanos.

Winterkorn camina por los pasillos acompañado del séquito de ejecutivos mexicanos y del presidente de la compañía en México, Otto Erick Lindner. Da indicaciones, se le aclaran dudas. Vuelven a tomar el rápido paso ante la mirada de reojo de los morenos trabajadores que sólo se preguntan: «¿Y quién es este?». Y se constestan: «Algún gallo alemán, de seguro».

Mañana viernes 1 de febrero en ceremonia encabezada por Felipe de Jesús Calderón, Winterkorn recibirá a su visitante y le mostrará el modelo Beetle que en 1998 se lanzó desde México a nivel mundial y que ahora cumple 10 años. Pero el máximo ejecutivo de Volkswagen no se esperará hasta mañana. Hoy jueves, a plena noche, con los cientos de trabajadores cubriendo el tercer turno laboral, Martin tomará el micrófono para decirles algo a la comunidad que le escuchará. Hoy los ejecutivos de VW de México se dormirán tarde. Hay visita en la planta.

Con tiempo se ha decidido si anunciar o no la instalación de una nueva planta de la corporación alemana que, lo más seguro, es que se monte en Estados Unidos y no en México. No será momento adecuado teniendo enfrente mañana al «presidente de la industria automotriz» como se ha autonombrado Calderón Hinojosa.

Imaginemos el cuadro: Calderón presumiendo las inversiones de VW para producir un nuevo modelo en México, el Polo, y que de repente Winterkorn le diga que una nueva planta se abrirá en Carolina del Norte y no en México. ¡Upss! (como dicen ahora los jóvenes). No, eso sale de lugar, o como dicen los jueces de la Tremenda, digo, Suprema Corte: «No ha lugar».

¿No es más razonable pensar que si la planta se abrirá en Estados Unidos sea la Volkswagen of America la que haga lo propio? Sí ¿verdad?

Pero en la planta de Puebla hay mucho movimiento. Se pule aquí, se pule acá y el Estado Mayor Presidencial ha tomado físicamente la planta para un acto que no va a durar más de una hora y donde los periodistas no podremos hacer preguntas ni, menos, entrevistas.

«Bueno, bueno… probando, bueno, bueno». El sonido ya está listo.

 

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