Fue en la clausura del Congreso Automotriz de la INA, julio de 2009, cuando Felipe Calderón anunció el Programa de Renovación Vehicular con un fondo federal de $250 millones que se podría ampliar a $500 millones de pesos para financiar la venta de 33,000 autos nuevos. Esta semana, en la ocnferencia de la AMDA, se anuncia el fin del fracasado plan que sólo colocó 12,000 unidades. Y eso si la cifra no fue «inflada».
Eduardo Solís, presidente AMIA; Luis Gómez, presidente AMDA (Foto alvolante.info).
Aquel julio de 2009 los congresistas en el cónclave automotriz se pusieron de pie para aplaudir la medida. «Por fin va a haber un verdadero apoyo al mercado interno», exclamaban algunos.
Los más de 10 requisitos que impuso el Programa de Renovación Vehicular (hasta la ridícula disposición de tomarle foto al auto chatarrizado) le dieron al traste. Además que a alguno de los «estrategas» financieros que elaboraron el plan, no tomó en cuenta que con $15,000 pesos de apoyo al consumidor, no se podía hacer mucho para realmente comprar un auto nuevo y verdaderamente detonar la compra masiva, como sucedió en Estados Unidos, Brasil, España…
En los primeros meses se aplicación del plan se habló de 1,200 personas que ya estaban en proceso de compra. En las distribuidoras la información no era clara. Culpaban a los centros chatarrizadores de insuficientes. «¿Cómo voy a llevar mi auto a Ecatepec si vivo en Morelia?», se quejaban los interesados en el programa. No era viable. Tal pareciera se hubiera diseñado para que nadie quisiera aprovecharlo.
Entraron al quite la AMIA y la AMDA proponiendo que se utilizaran de una vez los $500 millones de pesos e icentivar con $30,000 pesos a cada comprador. No les hicieron caso. La Secretaría de Economía decía que el programa iría fluyendo poco a poco, al tiempo. Pero no fue así. Muchos automovilistas encolerizados estallaron contra las distribuidoras y contra el gobierno federal. «Es una mentira», «es una vacilada», «nos tomaron el pelo».
Fue el pasado lunes 8 de febrero cuando Luis Gómez Sánchez, nuevo presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles, AMDA, le puso su respectiva lápida: «El Programa de Renovación Vehicular se ha agotado. Los $250 millones de pesos del plan, canalizados a través de las plantas armadoras, se han utilizado. Hasta el momento se han chatarrizado 12,000 vehículos y 4,000 más están en el proceso de autorización».
A duras penas llegará a 16,000 si las cifras de Economía son reales y no «infladas». El programa era para 33,000. Aún habiendo sido el fondo de $250 millones de pesos se debieron haber cambiado 16,666 unidades.
Eduardo Solís, en su momento, a principios de año, señaló que el programa había fracasado.
¿Qué viene? Nada en concreto al corto plazo. Las ventas en enero cayeron 8% pero lo peor es que la caída ha sido constante: Enero de 2008, 76,617 unidades vendidas en todo el país; enero de 2009, 69,864 vehículos y enero de 2010, 64,064 unidades. De 2008 a 2010 la caída de los eneros es de 33.8% con todo y la euforia de la recuperación oficial que no llega a los bolsillos de los compradores de autos. Otra forma de ver el derretido pastel.