KIA Río sedán 2018.– Balance en un subcompacto B 1.6 L 121 bhp; $231,400 a $281,400

VALLE DE BRAVO ( México).– KIA Motors de México presenta su subcompacto B sedán 2018, el Río, ahora mexicano fabricado en Pesquería, Nuevo León. Nos debía la marca este bien balanceado auto para familias pequeñas que desean un auto potente (121 bhp) y eficiente, además de seguro (seis bolsas de aire, frenos de disco en las cuatro ruedas y ABS, así como control de estabilidad. Arranca la versión LX con caja manual de seis velocidades desde los $231,400 y el EX automático de seis cambios con modo manual en $281,400.

El alerón es accesorio en el KIA Río sedán 2018 (Foto de Al Volante).

 Estamos en Valle de Bravo, pero ya manejamos el sedán desde Santa Fe, Ciudad de México. Nos tocó la versión manual de seis velocidades con el grupo B que es de los autos más lentos. Vamos a buen ritmo, 110 km/h y nos atrevemos a rebasar a quienes, con el automático no pueden o no quieren irmás rápido. El auto responde muy bien a 4,000 y 5,000 rpm para no quedarse atrás. Es el subcompacto B más completo en motorización, 121 bhp, un caballo más que el Fiesta sedán que es muy nervioso de la parte trasera, este no.

15% de la producción en Pesquería está dedicada a este auto. De los países a donde se exporta el Río en sus dos versiones, el 85% serán los 65 países a donde se mandará: Canadá y Estados Unidos, Centro y Sudamérica, Europa, Medio y Lejano Oriente. La producción y la venta será un 60/40, más sedanes y menos HB, aunque habrá suficientes para el mercado nacional, nos dice Víctor Acuña, gerente de producto de KIA Motors de México.

KIA Río es el mejor subcompacto B en potencia (Fotos de KIA)

La suspensión ayuda, hace su tarea. El motor 1.6 multipunto (nos gustará que en el futuro lo tengan con inyección directa para una todavía mejor eficiencia) de 121 bhp no haría bien su trabajo si no estuviera acompañado de un buen sistema de estabilidad. Los amortiguadores, la geometría de suspensión hacen su trabajo con MacPherson adelante y barra trasera.

Ya saben que al editor le gusta pisarle al acelerador, así que nuestro consumo no fue de 18 Km/l como KIA nos dijo, sino de 15 Km/l porque anduvimos arriba de las cuatro mil rpm. ¡Excelente el auto en potencia, lo mejor que hay en la industria en el nivel de subcompactos! Ni Versa, ni Vento, los más vendidos, lo igualan. El Fiesta sedán tiene 12o bhp pero no esta suspensión. En eso le gana el Río sedán (sólo superado por el Río HB que se antoja más deportivo).

Horacio Chávez, director de KIA Motors de México, siempre cordial su trato (Foto Al Volante).

De regreso de Valle a CDMX manejamos la versión automática. Lo bueno es que trae modo manual con el que puedes «manipular» un poco más los cambios. Termina el sistema automático haciendo para lo que está programada la computadora, pero algo es algo. ¡Venimos con cuatro pasajeros y conductor y cinco maletas! Ahora sí nos tocó con el grupo de avanzados pero tenemos que mantener velocidades constantes y es aquí donde el Río sedán nos sorprende (otras marcas, lo juro, se nos descomponen de tanto esfuerzo que solicitamos de la unidad). Nos respondió bien y de buenas. Con promedio de 4,000 rpm en el camino, el Río no se queja de ninguna manera. Las compañeras de viaje se sorprenden también de que nos mantengamos al ritmo de manejo del contingente de 10 autos. Atrás vienen los otros 10. 40 reporteros al volante al mismo tiempo. Pero nuestro KIA nos respondió con eficiencia.

Son 111 libras pie de par motor, nada mal para un auto de estas características. Seguridad respetable y exigible para el precio que se paga: frenos de disco en las cuatro ruedas (otros ofrecen tambor atrás, ¡increíble!), seis bolsas de aire (otros sólo traen dos aún en las versiones más caras; este desde el precio de arranque), control de estabilidad (37 modelos en México, incluidos sus rivales, no lo tienen).

Factores a mejorar, las llantas, ese perfil 60 no nos gusta, se ven muy antiguas, muy fueras de moda. Cierto, cierto, la seguridad está por encima, a veces, de la estética, pero no nos gustaron en el Río. En eso lo supera el HB que tiene mejor opción. Y el otro que ya dijimos, que venga el sistema de inyección directa (seguramente con la entrada de turbocargadores se cumplirá con este aspecto, aunque un tema no va ligado directamente con el otro).

La parte frontal también cambia, faros menos alargados y parrilla más angosta.

La transmisión manual de seis velocidades es muy cómoda, el embrague responde bien a los cambios junto con el engrane de la caja. Cambios suaves, pues. El automático también es de seis velocidades (los hay en el mercado todavía de cuatro), el manual rinde más que el otro. El rin es de 15 pulgadas, por eso aguanta un perfil de llanta de 60; se vería mejor uno de perfil bajo, pero entendemos que, como auto familiar y con terrenos tan disparejos en México, el auto se ha trabajado en ese sentido. Pero hay veces que una marca tiene que poner lo que le dan los proveedores y entonces es allí donde se comienza a quedar mal en calidad.

Hay un accesorio que se compra extra y que es el alerón trasero que hace ver a la unidad más deportiva. El volante en el interior se maneja en posiciones de profundidad y altura (telescópico), la pantalla es de siete pulgadas en el tablero, la versión equipada EX viene con cámara de reversa, controles al volante para todas las versiones, cajuela inteligente que significa que se abre a la presencia del conductor con la llave.

En junio se agregará a las ventas el nuevo color ocre.

Así luce en la ciudad el KIA Río sedán 2018.

KIA Río sedán 2018

LX TM $231,400

LX TA $246,400

EX TM $271,400

EX TA $281,400

El maletero no es tran grande como en el Versa, pero tiene el Río más potencia, cuatro bolsas de aire y seis velocidades (contra cinco de aquel).

KIA ofrece ya plan de leasing para que no compre, sino rente (se ahorrará muchos problemas y siempre tendrá auto nuevo a la puerta), enganche del 30% y hay un plan para estudiantes para que el auto salga a su nombre. En la agencia les informan de ello.

En conclusión, el mejor auto subcompacto B del mercado, tan sólo comparable con el Peugeot 301, pero en potencia, muy superior. Hay que manejarlo porque su motor ha mejorado sustancialmente.

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