¡Insólito!: Nissan Tiida no cuenta con parachoques

Primero nos lo dijo un forista, prometimos investigarlo. Luego lo consultamos con un asesor de la proveeduría de Nissan. Y ahora nuestro allegado a la marca lo confirma: El Nissan Tiida, un vehículo que tanto defendimos por sus atributos mecánicos, no cuenta con parachoques ni en la parte frontal ni en la parte posterior. Para ahorrar costos, nos comentan.

Nissan Tiida sedán 2010 lateral

Nissan Tiida, el subcompacto que no tiene parachoques (Foto archivo).

Este forista se dio a la tarea de arreglar su auto subcompacto. Compró la versión austera y le fue poniendo rines, compró los seguros eléctricos de las puertas y la cajuela. Llegó al pintado de sus facias delantera y trasera. Cuando el hojalatero quitó la de adelante, se dio cuenta que el Tiida sedán no tenía la barra protectora, parachoques se llama en los términos de la industria. Y entonces el lector acudió a Al Volante para exponer el caso. Ha sido este mismo día en que acudimos a la fuente de proveeduría que nos había hecho un comentario sobre los altos costos que Nissan Mexicana obtiene en implementos «no urgentes» en las unidades. Y la respuesta ha sido afirmativa. Nos faltaba un tercer elemento, el cercano a la planta. «Efectivamente, señor Roy, el Tiida es un subcompacto que no cuenta con parachoques desde planta CIVAC».

Fabricado primero en Nissan Aguascalientes I y transferida su producción a Nissan CIVAC, en Morelos, el Tiida sedán (el modelo Hatchback se dejó de producir hace algunos años atrás) ofrece motorizaciones 1.6 y 1.8 litros. En Al Volante ha sido una constante de recomendar esta unidad entre los buscadores de un auto amplio, con suficiente potencia para subir las montañas cercanas al Distrito Federal, un vehículo con un gran maletero y un habitáculo tan amplio que ha merecido el reconocimiento de los miles de taxistas que lo usan. El servicio de Uber también se complementa con estas unidades. Las flotillas de empresas lo adquieren. Otro tanto hacen las direcciones de seguridad pública de muchos municipios en el país.

¿Qué con no traer parachoques? Esa barra de un acero especial que absorbe la fuerza de impacto en un choque frontal o posterior, es fundamental para salvar la vida de los ocupantes. Su ausencia implica que se pone en peligro la vida de los ocupantes. La pregunta salta: ¿Por qué Latin NCAP le da dos estrellas al Nissan Tiida mexicano equipado ahora con dos bolsas de aire frontales? Muy sencillo: La prueba de Latin NCAP se realiza a 60 Km/h y se hace de frente pero lateral, quiere decir en la esquina del vehículo, no en el mero frente. Por eso la organización no gubernamental con sede en Uruguay para Latinoamérica, no encontró una mayor falla. Pero resalta que no hayan encontrado el parachoques y que no lo hayan manifestado en sus estudios. ¿Entonces? ¿Quién falló?

La misma fuente en Morelos: «Sí, es una falta grave, la verdad. Nissan Mexicana en su afán de reducir costos y peso en esta unidad, le ha quitado el parachoques de acero con lo que baja un poco el volúmen en la báscula de la unidad, pero fundamentalmente se ahorra costos. Es simple y sencillamente dinero a favor». ¿A costa de los consumidores que están más inseguros a bordo? «Sí, a costa de eso, desgraciadamente», concluye la fuente.

Comentario Al Volante.– Vemos que no solo el Centro de Poder –mal llamado Estado– es el que está en una fuerte crisis de credibilidad y de legalidad. Este Centro de Poder representa a los intereses del verdadero Poder Económico representado por los cientos de empresas que tienen el control económico del mundo y, en México, su representatividad a través de «gerentes administradores» mal llamados políticos (que en realidad no lo son). No solo el Centro de Poder está en crisis. También lo está la escala de valores de las Multinacionales en este caso de la industria automotriz. No hay ética del proceso de producción. Se ha pasado de la fabricación de autos que implicaría un compromiso de responsabilidad social, al cinismo productivo, esto es, la ganancia por la ganancia misma, pese a todo, pese a pasar por alto la calidad, la vida humana. Y no es el caso de Nissan, no es la mentira de Volkswagen y sus motores truqueados, no es el cinismo de General Motors y sus procesos banales de calidad. Es el caso de una de las industrias más poderosas, como lo es la manufactura.

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