Inicia importación autos usados de EU de hasta 10 años atrás

De acuerdo al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN, suscrito entre Canadá, Estados Unidos y México, desde el pasado 1 de enero iniciaría la autorización del gobierno mexicano para permitir la libre importación de autos usados hasta con 10 años de antigüedad provenientes de Estados Unidos y que no pagarán el arancel aunque sí los otros impuestos, pero el gobierno de Vicente Fox adelantó esta determinación tres años atrás y han ingresado a México 3.1 millones de unidades. En el papel, el gobierno federal debería estar listo para verificar las condiciones mecánicas de esas unidades, pero se le hizo tarde para ello y no tuvo listos los verificentros aduanales para checar las unidades, por lo que sigue ingresando verdadera chatarra automotriz.

El pasado jueves 1 de enero, oficialmente para los gobiernos de Estados Unidos y México –Canadá curiosamente no entró en esta parte del tratado de libre comercio porque no estuvo de acuerdo en recibir chatarra estadounidense en su territorio; México sí–, arranca el permiso de introducir vehículos automotores producidos en Estados Unidos con destino a México y con una antigüedad de 10 años, o sea del año 1999 a 2009. Por esta introducción los vendedores estadounidenses no van a pagar ningún impuesto por concepto de importación, aunque sí los que incurran por facturación como IVA o ISR.

En mayo de 2005 Vicente Fox, entonces presidente, prometía a los distribuidores automotrices reunidos en su convención anual, que no adelantaría la importación de autos seminuevos y menos legalizaría a los autos llamados «chocolates» o ilegales.

El año de las elecciones, 2006, el ejecutivo rompió su promesa y adelantó la importación de autos usados de Estados Unidos y legalizó lo ilegal. El malestar en la industria fue tal que esta situació ahuyentó inversiones sustanciales del sector en el país.

En el papel, usted como automovilista puede traer de Estados Unidos un vehículo automotor hasta con 10 años de antigüedad sin pagar el impuesto de introducción al país.

Para este fenómeno, el gobierno actual había prometido contar con centros de verificación de unidades en la frontera norte a fin de determinar el estado físico de las unidades y el cumplimiento de las leyes ecológicas en materia ambiental. Pero, para variar, al gobierno se le hizo tarde en esta tarea y no se está cumpliendo con tal disposición. Están entrando al país unidades obsoletas tecnológicamente hablando, y sin control ambiental alguno.

La autoridad sólo se está preocupando porque esas unidades cumplan con un certificado de origen, o sea que sean producidas en Estados Unidos. Si hay o habrá refacciones en el país para esas unidades, son consideraciones que no están siendo tomadas en cuenta.

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