Financia gobierno mexicano fabricación del FIAT 500 en Toluca

Con un préstamo de $400 millones de dólares por parte de Nafin y Bancomext y $100 mdd más de «otras instancias», hoy fue anunciada la inversión de $550 millones de dólares que se aplicarán en la fabricación del miniauto FIAT 500 cuyo ensamble podría llegar a las 130,000 unidades en 2011. Sergio Marchionne, presidente de FIAT y Chrysler Group LLC, fue testigo de la firma en la planta de Chrysler en Toluca.

Sergio Marchionne, presidente de FIAT-Chrysler. Le acompañan Joseph ChamaSrur, presidente y director general de Chrysler de México; Felipe Calderón; Gerardo Ruiz y Enrique Peña.

Marchionne llegó temprano a la planta de Chrysler en Toluca, Estado de México. Recorrió la nave y, como dijo, «mas que las instalaciones me llevo la impresión de la gente, comprometida con su trabajo», reveló fuera de discurso en una ceremonia donde trabajadores, invitados especiales y medios tuvimos que esperar hasta 1 hora 45 minutos para el inicio de la parafernalia presidencial inaguantable. Si hasta Sergio Marchionne se impresionó de la ridiculez de las ceremonias protocolarias en México.

Primero habló Santiago Pagés, vicepresidente de manufactura de Chrysler Toluca. Informó que en esa planta se fabrican el PT Cruiser y el Dodge Journey y ahora el FIAT 500.

Luego se firmó el «Acuerdo de Voluntades» entre Nafin, Bancomext y Chrysler de México. Un acuerdo del que la logística de la empresa no sabía nada. Prueba de ello es que los ejecutivos no sabían a quién pasar las libretas de firmas. Hubo una risa del público porque una de las carpetas llegó a manos de Sergio Marchionne quien hizo una mueca de incredulidad casi diciendo «No, a mí no me toca firmar». En efecto, el Grupo FIAT de Italia no inyecta ni un centavo al financiamiento que sólo se da por parte del gobierno mexicano. Una especie de rescate financiero, pero a la mexicana. No para salvar la planta de Chrysler en Toluca que al fin y al cabo tiene proyecto viable a corto plazo con el PT Cruiser y con el Journey, pero sí para permitir el ensamble del FIAT 500 con miras a producir hasta 130,000 unidades en 2011. Allí estaba Héctor Rangel Domenech firmando el documento junto con Joseph ChamaSrur, presidente y director general de Chrysler de México.

Tocó el turno a Gerardo Ruiz, titular de Economía para alabar al «maestro» Felipe Calderón, exaltar la alianza Chrysler-FIAT, hablar de las grandes ayudas que han dado al sector automotriz (el que en un año despidió por lo menos a 150,000 trabajadores) y presumir que México ocupa el octavo lugar en la lista laboral de los países con mano de obra barata y de impresionarse por la velocidad con la que la industria automotriz en México se está recuperando (las ventas en enero cayeron 8% y sigue la tendencia a la baja desde 2008).

Sergio Marchionne con sueter deportivo puesto –como ya es costumbre que vista en los eventos oficiales, el mismo sueter o uno muy parecido llevaba cuando hizo la junta de presentación del Plan de Negocios Chrysler-FIAT 2010-2015– rompió los cartabones oficiales. La alianza Chrysler Group y Grupo FIAT, ahora con México como su alidado, dan un paso adelante, dijo, con este anuncio. «Gracias al gobierno de México por ayudarnos a traer la producción del FIAT 500 con una inversión de $550 millones de dólares». Dijo que con esta inversión se generarán 500 nuevos empleos (Felipe Calderón lo corregiría más adelante diciendo que eran 400).

Informó Marchionne –quien llegó ayer domingo a la Ciudad de México– que trabajan más de 2,000 personas en la planta de Toluca. Que la industria automotriz atravesó por una grave crisis que afectó al mundo y a México. Que Chrysler LLC vivió un bajón económico y luego se refirió a las ventajas tecnológicas del nuevo modelo 500 que se producirá a partir del año entrante en Toluca, que tiene un bajo consumo de gasolina, que es un motor muy eficiente –normalmente un 1.4 litros hecho por FIAT en Italia y ahora se fabricará en Estados Unidos–. Que el plan quinquenal con Chrysler prevé reducir en 25% el consumo de combustible de todos los vehículos de la alianza. Y finalmente anunció que la Jeep Grand Cherokee se producirá en la planta de Ramos Arizpe.

Enrique Peña Nieto quizo hacer suya la inversión, pero no pudo. Su secretaria de desarrollo económico, Carolina Monroy de Del Mazo (¿le suena al nombre de algún gobernador?) dijo a alvolante.info que el gobierno del Estado de México no está poniendo ni un centavo en la inversión de Chrysler con préstamos de Nafin y Bancomext. Pero el gobernador en campaña presidencial dijo que la entidad busca «el apalancamiento financiero para la inversión» (!).

Felipe Calderón dijo que esta fue una buena decisión de negocio. Y refirió a Marchionne: «Usted dijo que se puede simular a las plantas (sic) pero no al rostro de la gente», e iniciaron las loas a la capacidad de los trabajadores que lo recibieron al grito de: «¡¡Mé-xi-co, Mé-xi-co!! , al viejo estilo priísta de su líder Hugo Díaz hijo (padre e hijo llevan más de 40 años controlando al sindicato Chrysler). Un trabajador dijo a alvolante.info que «no se vale que nos tengan aquí toda la mañana sin hacer nada. No nos van a pagar extra y mañana hay que reponer la chamba perdida. Y si no gritas lo que el de las consignas nos dice, te regañan». En efecto, un silbido espontáneo por la espera de 1.45 horas, provocó el regaño del comparsante a ese trabajador.

Urgido de dar cifras sobre empleo (aprovechó el evento de Chrysler para decir que ha generado 35,000 puestos de trabajo en enero), añadió que esta inversión generará directamente 400 empleos pero 1,200 indirectos (hasta de la señora que venderá las quesadillas para los trabajadores, apuntó).

De la firma del Memorandum de Entendimiento dijo que este se establece entre Bancomext, Nafin y FIAT-Chrysler, gobierno estatal, así lo dijo, que dará facilidades para la fabricación del FIAT 500 (repitiendo una y otra vez el nombre en italiano).

Así pues, una gran noticia, pero cuyo financiamiento no quedó nada claro para nadie.

Al de Los Pinos le encanta subirse a los cochecitos (Fotos Presidencia).


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