Cierre de Ford Cuautitlán ¿a 2010 o será definitivo?

Con la peor recesión de los Estados Unidos y el anuncio de Herman Morfín, vocero de Ford México, del cierre de la planta de Cuautitlán, Estado de México hasta el año 2010 para adecuarla a la producción del nuevo Fiesta, se corre el riesgo que esta clausura temporal pudiera ser definitiva si los negocios no le salen bien a la firma norteamericana en plena crisis.

Cuando Alan Mulally, presidente de Ford de Estados Unidos, visitó México para anunciar la inversión en la planta de Cuautitlán para producir el nuevo modelo Fiesta europeo, aseguró que el arranque de la producción sería en 2010. Sin embargo, era de pensarse que durante 2009 se trabajara en la reconversión de la nave industrial, misma que se había convertido en un gran «elefante blanco» pues sólo se contaba con una plantilla laboral de 600 trabajadores, cuando hace 10 años era de 1,200 operarios.

Pero la declaración de Herman Morfín, gerente de relaciones públicas de Ford México, a Notimex el día de ayer, en el sentido de cerrar la planta de Cuautitlán para adecuar la nave a las nuevas demandas del producto por venir, no era de esperarse.

Por lo tanto, el cierre por un año de la planta de Cuautitlán, debe verse como el aprovechamiento de la corporación en Estados Unidos, de una coyuntura para paralizar definitivamente las actividades de la nave y despedir a los 600 trabajadores que quedaban, aún sindicalizados, y dejar, digamos, «limpia» la planta para que Ford recontrate bajo sus términos a una nueva base, aunque, desde luego, en un número mayor a la actual base de 600 personas.

Pero ¿quién puede garantizar que Ford abrirá en 2010 nuevamente la planta? Sí, claro, este es un compromiso de Ford Motor Company de Estados Unidos con el gobierno mexicano. Fue anunciado, fue celebrado, pero ¿qué elementos le garantizan a Ford que va a salir adelante de la actual crisis que la obliga a pedir un préstamo al pueblo de Estados Unidos para salir adelante a partir del 31 de marzo? Ninguno.

Por tanto, nada se puede escribir pero tampoco negar con seguridad sobre que Ford no pudiera seguir con su proyecto en México, hablamos de la producción del nuevo Fiesta.

Claro, claro, hay compromisos serios, responsables. Pero el futuro de la empresa no lo es. Y sobre eso, nadie puede asegurar qué va a pasar con esta empresa automotriz al corto plazo.

En todo caso, la pregunta sería para el presidente de la Industria Nacional de Autopartes, Agustín Ríos: ¿Tienen las empresas de autopartes en México firmados contratos para producirle a Ford de México los nuevos componentes del nuevo Ford Fiesta?

Por cierto, en Octubre 28 pasado, ya dábamos cuenta de este cierre (buscar nota) pero las nuevas vicisitudes de Ford en Estados Unidos cambian abruptamente las condiciones actuales para el cumplimiento de los objetivos.

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