Autos chinos de FAW ($150 mil) no garantizan suspensión

Si usted adquiere un auto de la fábrica First Automotive Works (FAW) de China, por ejemplo el modelo F1, en México, deberá comprobar en la póliza de servicio que la unidad no garantiza la barra de suspensión (está hecha para manejo suave), lo que indica que se puede romper en cualquier momento por el uso constante del vehículo y la empresa Elektra, el distribuidor, no se hará responsable de esta reparación o cambio de pieza, sino que irá por cuenta de usted. Al advertírselo no son responsables ellos, los distribuidores.

Por otro lado, si el consumidor compra en abonos el F1, de un precio en la República Mexicana de $69,900 pesos , con intereses pagará en promedio $150,000 en cinco años, según ha afirmado el propio director de GS Motors, Javier Sarro.

FAW

Con el aval presidencial.

 

Al ser una información oficial emanada del propio alto ejecutivo de la firma, ya no hay especulaciones. La unidad subcompacta resulta tan cara, y más, que la adquisición de un auto de las mismas características pero de producción nacional como el Chevy, Tsuru, Platina, Aprio, entre otros de importación como el Atos y Aveo.

En entrevista con El Financiero, Javier Sarro dijo que han vendido ya 300 autos chinos, tienen una lista de pedidos de 1,400 solicitudes de crédito, que los están vendiendo en 300 tiendas Elektra en 11 estados del país, el 40% de los 300 (o sea menos de 150) son de los modelos F1 y F5 y 60 unidades del F2.

Sarro dice que van a vender 5,000 unidades este año. Que ya preparan la instalación de 30 agencias con servicio y refacciones (no  puntos de venta Elektra sino distribuidoras FAW).

El reportero de ese periódico no pregunta ¿por qué se retrasaron tanto en la venta de las unidades si en diciembre hicieron la promoción y en febrero iban a entregar las primeras unidades?

El lector recordará que el pasado 8 de febrero (ver nota) dábamos cuenta que GS Motors se había acercado a los talleres Speedy para que pudieran prestar el servicio a estas unidades de FAW en México. Ahora, dos meses después, la publicación de referencia pregunta lo mismo a Javier Sarro y este dice que Speedy ha aceptado dar servicio y refacciones a las unidades de FAW en circulación.

El directivo de GS Motors dice que ya están listas dos agencias en Ciudad Nezahualcóyotl y Plaza Aragón para operar y que, desde la colocación de la primera piedra en lo que será la primera planta china en México en Zinapécuaro, Estado de Michoacán, el pasado 23 de noviembre de 2007 a la fecha –cinco meses después– ya comenzaron a aplanar el terreno de 138 hectáreas y a poner una barda.

La inversión del Grupo Salinas en este proyecto es de $150 millones de dólares, reafirma Javier Sarro en la entrevista con el diario. La planta comenzará a operar en el año 2010 y en agosto próximo inician el levantamiento de la nave industrial que fabricará 50 mil unidades anuales en una primera etapa, y un turno de trabajo.

Ahora pasemos al análisis de algunos aspectos de esta información publicada hoy.

Es un verdadero riesgo que un comprador de un producto de esta calidad limitada adquiera un FAW F1 sabiendo que las condiciones de manejo suave estipuladas en la póliza de garantía implican que si rompe la suspensión, será sujeto de revisión y, en su caso, de deliberación del distribuidor para pagar o no la reparación o recambio de dicho sistema. En otras palabras: «Te advertí que no podías andar rápido con el cochecito; ahora tú eres el responsable». Si esto sucede, a los $69,900 pesos que vale de contado la unidad, súmele el valor de una suspensión de repuesto que, al ser importada desde China, pues le deberá costar por cada lado (horquilla $400 pesos, amortiguador $800 pesos, otros $800 por estirar y cuadrar) unos $2,000 pesos para un total de $4,000 pesos (si bien le va).

Si usted desea comprar un FAW para meterlo de traxi, ni lo piense.

Salvo en el modelo Atos de la marca surcoreana Hyundai, vendido en México por Chrysler con la marca Dodge, donde se estipula en la póliza que el auto no debe ser sacado a carretera, no se ha encontrado en los productos de la industria automotriz un vehículo que de entrada le exija al consumidor tratarlo con suavidad, como es el caso del F1 de FAW («para manejo suave»).

¿Dónde queda la calidad de los productos? ¿Cómo se le llama a esto? Cuando le preguntamos a Emilio Mosso, director de la industria automotriz de la Secretaría de Economía sobre el particular, él dijo a alvolante.info: «Esto se llama competitividad. Nosotros le traemos al consumidor un abanico muy grande de opciones por adquirir y el comprador decide lo que adquiere. En cuanto a la calidad de los productos, ya no es bronca nuestra sino de la Profeco».

¿Qué le parece esta respuesta de un funcionario público que debería abogar por proteger al ciudadano, a la industria automotriz local que produce bajo una norma de calidad internacional?

Por otro lado, como ya se ha dicho en artículos anteriores, el «sueño chino de los coches baratos» es sólo eso. Un sueño. Usted estará pagando en cinco años $150,000 pesos por un coche que vale en su país de orígen menos de la mitad.

Y usted se preguntará: «¿Qué no es lo mismo que se paga de intereses por cualquier plan de crédito de cualquier auto? Pues no. Por la compra de un Chevy 5 puertas austero, de fabricación nacional, con un precio promedio de $82,000 pesos al contado, usted recibe crédito para pagar al mes $2,216 pesos a 30 meses dando un enganche de $35,460. El coche le sale en un poco más de $100,000 pesos, o sea que paga de intereses poco más de $20,000 pesos, incluyendo el seguro. Por el FAW está pagando $80,000 pesos de intereses aunque sean cinco años. Más de lo que vale el coche. ¡¡Un verdadero atraco!!

(Aquí sale Robin Hood y nos dice al oído que la gente pobre no puede dar una mensualidad de $2,000 pesos por un Chevy, que hay que respetar el escaso poder adquisitivo de la clase trabajadora).

Y yo le pregunto a Robin: ¿Qué no hay una ética profesional de quien ofrece un servicio de crédito para no ser tan abusivos con los intereses?

Robin no contesta, se esfuma de mi conciencia y se aleja de la mano de Ricardo Salinas Pliego. Ambos se rién de mí. Lo siento, es un Robin globalizado en la Universidad de Yale.

El directivo de GS Motors habla de que ya aplanaron el terreno donde van a levantar la planta de autos chinos. ¡Vaya ritmo de trabajo! La aplanadora tardó tres meses en rodar desde TV Azteca hasta Zinapécuaro de las Tunas para comenzar a dejar listo el terreno para la construcción de la planta. Parece que no llevan prisa con esto. Al fin que es para el 2010 el asunto.

El asunto que nos trata tiene que ver con la calidad de un producto, sea cual sea su origen. Ya lo vimos con el Chevrolet Tornado y el Corsa Sedán (ver notas al respecto en el buscador de la página principal). Con la calidad del servicio. Para eso existe este foro alvolante.info donde el lector no sólo escribe para dar rienda suelta a sus frustraciones como comprador de un auto, sino que, al escuchar a otros quejosos, se pueden tomar acciones de un mismo problema para solucionarlo.

Cerramos con una pregunta: ¿Qué hará el comprador de un FAW que se le rompa la suspensión o el motor de su auto a los 12 meses y aún le falten cuatro años para pagar su coche? ¿Lo seguirá pagando?

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