La importancia (o no) del quemacocos en el automóvil

Por Gisela ZAPATA

Actualmente un plus en los autos es que cuenten con sunroof o quemacocos, que en mi opinión muy personal no tiene realmente ningún uso práctico sino estético….y eso no siempre.

¿Quemacocos sí o quemacocos no? E ahí el dilema (Foto Honda).

Me tocó tener un Atos By Dodge al que se le agregó un quemacocos, el modelo en sí es sumamente lento en carretera,  es más para ciudad, pero el quemacocos lo hace aún más lento y  lo hace consumir mucho más gasolina. Cuando hace mucho calor con el cristal cerrado y el sol incandescente, el auto puede ser un invernadero…o una llama en la cabeza, con el cristal abierto, jajaja (se nota que no me gustan, ¿verdad?).

Según vi por ahí, el uso original del quemacocos  se dio hace muchos años en Europa debido a que de esta manera los autos en invierno conservaban mejor el calor al interior de los mismos, con el tiempo y al llegar a América, éstos aditamentos cobraron más fama por ser estéticos, “confortables” y dan a los vehículos un aire sofisticado y deportivo, incluso romántico….se pueden ver el Sol, la Luna y las estrellas…

En fin,  a los caballeros sobre todo, este tipo de accesorios les encantan así que en este espacio les daré algunos tips proporcionados por un especialista en la materia.

Como mencionaba anteriormente, el quemacocos, al igual que cualquiera de las ventanas de un auto, al estar abierto “frena” el vehículo y provoca que se gaste mayor cantidad de gasolina, por lo que se recomienda cerrarlo sobre todo en carretera.

Igualmente, como cualquier ventana, se debe supervisar o evitar que lo usen los niños, ya que pueden sufrir machucones muy dolorosos y en ocasiones graves.

Muchos de los “usos” que equivocadamente se le han atribuido a los quemacocos es  asomarse por ellos, llevando medio cuerpo afuera. Es sumamente peligroso sobre todo tratándose de niños, en un “enfrenón” de emergencia pueden desnucarse o decapitarse.

Por otra parte, si desea instalarle  a su auto un quemacocos, procure asegurarse de que el vehículo cuenta con la estructura apropiada para ello, ya que muchos autos, sobre todo los compactos, se desestabilizan en su “esqueleto”  y en caso de accidente protegen mucho menos a los pasajeros. Ir a un lugar barato a que se lo instalen  puede ocasionar filtraciones de agua durante las lluvias, corrosión prematura y en ocasiones que sea más fácil entrar a robar. Lo ideal es escoger de agencia un modelo con quemacocos, donde se garantiza que este aditamento se pensó junto con todo el diseño del auto.

El quemacoco,  requiere de cristales templados. Esto quiere decir, que en caso de rotura, no tengan daño corta punzante, y sea de mayor protección y seguridad para los pasajeros. Un detalle muy importante hoy en día,  es la protección contra rayos UV que se debieran ofrecer en todos los modelos que estén disponibles en el mercado. De no ser así, es preferible no adquirirlos.

El precio de instalación se calcula entre el 2 ó 3% del valor total del auto, dependiendo del modelo. Espero que la información haya sido útil y de su interés.

Siempre recuerde al manejar que alguien nos espera en casa

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