«Ustedes decían que Chrysler no tenía liquidez, eso no es cierto», fue la primera declaración de Sergio Marchionne, consejero delegado de Chrysler LLC al arribar a la sala de juntas donde más de 200 personas le escucharían. Allí están ahora políticos, distribuidores, algunos proveedores y un mundo de prensa. Dice que tiene la compañía $200 millones de dólares antes de impuestos, en ganancias.
Cuando FIAT tomó posesión de Chrysler LLC en junio de este año, la firma estadunidense tenía un flujo de $4,000 millones de dólares. En septiembre pasado le reportaron a Marchionne efectivo por $5,400 millones, pero él dice ahora que las ganancias han sido por $200 millones antes de impuestos.
En el edificio de Auburn Hills, en la foto, se han considerado comodidades para ocho horas de trabajo. La prensa sale a fumar y puede tomarse un expresso o un capuchino sin problemas. Hay suficientes ceniceros para los fumadores, son muchos norteamericanos que todavía lo hacen.
Sergio Marchionne entra a la sala con un sueter negro, que ya lo hizo característico en las fotos, su gran melena alborotada y una leve sonrisa dibujada a ambos lados del área de trabajo que alberga la junta.