Cuando las negociaciones entre el Grupo PSA Peugeot-Citroen se encontraban avanzadas, Dan Akerson, presidente de General Motors Company no dudó en entrevistarse con Sergio Marchionne, presidente del Grupo FIAT para analizar la posibilidad de unir esfuerzos en Europa ante un mercado a la baja e iniminentes pérdidas para el sector de automoción en su conjunto.
La revelación es hecha esta semana por The Wall Street Jorunal: «El acercamiento es una señal de los extremos a los que están dispuestos a llegar los fabricantes de automóviles para hacer frente a los problemas en Europa».
En efecto, la industria automovilística en ese continente está enfrentando el grave reto de salir adelante en sus operaciones, sus finanzas y sus ganancias. Las inimentes recesiones que se pueden generalizar a todos los países, aún los avanzados que representan Alemania y Francia, pueden traer de vuelta al fantasma de los despidos masivos e incluso a los cierres de plantas ensambladoras, como de hecho ya se registran en algunos puntos de al geografía europea.
Sin embargo, y pese a la distracción de la publicación estadunidense para marcarlo como un hecho formidable, las pláticas privadas entre Marchionne y Akerson se dan en el momento en que GM ya negociaba, adelantádamente, la compra de una parte de las acciones del grupo francés Peugeot, como de hecho resultó.
¿Qué marcan los cánones de la negociación honesta y ética en estos casos? A todas luces un desencanto para ahora que se han enterado los directivos de la francesa que, por cierto, ha marcado una cláusula en que Peugeot no pierde su independencia y la no posibilidad de ser adquirida en su integridad por GM, un punto de salvación al hondo orgullo francés.
Y para que el lector vea que en los negocios todo se vale, atrás quedó el tremendo pleito que llevaron a los juzgados a GM y FIAT cuando en los años 90 firmaron lo que sería un largo matrimonio que terminó en divorcio y donde GM tuvo que pagar fuertes dividendos ante el juez a FIAT, por romper la alianza de aquellos ayeres. Eso ya se olvidó y nuevamente un desesperado Dan Akerson se encuentra con Marchionne, ni más ni menos que el abogado que hizo arrodillarse a GM y al que le exigió algo así como $20 millones de dólares de compensación al terminar la firma estadunidense unilateralmente el pacto de los 90 y 2000.
El pacto GM y Peugeot les permitirá a ambas empresas un ahorro de $2,000 millones de dólares para el 2017.
¿Y a todo esto qué dice el Grupo Chrysler de esa infidelidad de FIAT? Pues qué va a decir si la empresa prácticamente camina de la mano de Marchionne y es este quien dispone las estrategias que debe seguir «la dama», los pasos del baile.
Expertos señalan que la negociación de Peugeot con GM es de coyuntura para ambas firmas. Que luego de sanear Peugeot sus finanzas, pagará a GM el favor, y este nuevamente estará en la calle para conseguir tecnólogo que le haga soportar la tremenda competencia que en Europa representan las firmas alemanas encabezadas por Volkswagen. Y el futuro de Opel, parece incierto.
Por cierto FIAT se había interesado en comprarle Opel a GM. ¿Qué dijeron de eso Marchionne y Akerson? Este tuvo que regresar a explicarlo al consejo formado por trabajadores, inversionistas privados y gente del gobierno.