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Los estudiosos universitarios en negocios de Estados Unidos, consideran que General Motors Corporation no la tiene nada fácil si pretende adquirir a Chrysler y sus deudas, ya que la empresa era viable antes de declararse en quiebra en 2013 y el otro gran punto es la renegociación que Chrysler firmó con el sindicato UAW, donde GM tendrá que tratar punto por punto antes de hacerse de los $11,000 millones de dólares que Chrysler tiene en efectivo para aliviar, por el momento, la grave falta de liquidez de GM.
La publicación estadounidense The Detroit Free Press hace un interesante reportaje con las opiniones de catedráticos universitarios que suelen ser más serios que los analistas de las casas financieras finalmente ligados a alguna marca o interés político o económico.
Peter Morici, profesor de negocios de la Universidad de Maryland, dice que antes de una firma con Chrysler, General Motors debiera analizar perfectamente bien que Chrysler tiene un gran problema que la tiene al borde de la bancarrota (recuerda cuando se dijo que Chrysler sólo tenía viabilidad como empresa hasta el 2013, siempre y cuando sus planes de producción tuvieran éxito; y esto no ha sucedido).
Morici dice que la mejor salida para Chrysler es declararse en bancarrota y ampararse en el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras. ¿Qué va a hacer GM con una empresa quebrada? Y las cosas no andan nada bien tampoco para GM. ¿Dos empresas quebradas compitiendo contra Toyota, Honda y Nissan?
El analista también toma en cuenta que Chrysler y GM llegaron cada una por su lado a acuerdos con los trabajadores de la aún poderosa Trabajadores Automotrices Unidos (UAW). Si GM adquiere Chrysler, tiene que que renegociar los beneficios sociales y médicos, las pensiones de los trabajadores y hasta las tarifas por horas laboradas.
Lo que deja entrever el catedrático, es que GM debiera buscar a alguien más que a una empresa que está a punto de la bancarrota. ¿Por qué no mejor la alianza con Ford en todo caso?
Los sitios de Internet de Detroit están recibiendo visitas a sus foros públicos donde los cuestionamientos van desde «¿Cómo voy a comprar un Chrysler si la empresa está en quiebra? En todo caso me voy a animar por un Honda», o bien «No sean estúpidos, tenemos que apoyar a las empresas norteamericanas hoy más que nunca».
¿Usted qué opina?
