General Motors Corea del Sur (GMK) podría declarar la bancarrota esta semana; últimas pláticas con trabajadores

Venida de crisis en crisis, la General Motors de Corea del Sur (GMK) entró a su última fase de subsistencia. Esta semana lleva a cabo negociaciones con sus 3,200 trabajadores para que, juntos, traten de salvar la viabilidad de la empresa con múltiples problemas economicos y bajas ventas. De no llegar a ningún acuerdo este domingo 22 de abril, GMK se declarará en bancarrota.

GMK padece fuertes problemas financieros y un bajo mercado (Fotos de archivo).

Las actuales negociaciones ya llevan meses. General Motors padece un reducido mercado de 100 mil unidades, ha perdido competitividad contra otros vehículos, pero su calidad tampoco ayuda. El gobierno de Surcorea ha querido ayudar con financiamiento por parte del Banco de Desarrollo pero esta ha sido insuficiente y lo que la empresa venía buscando era reducir la plantilla laboral y los sueldos. Ante un punto de inflexión de las negociaciones entre obreros y empresa, hace unos días se dio una irrupción de trabajadores a la oficina del director de la planta, saqueando el inmueble y causando algunos destrosos.

Recordar que en 1972 inició operaciones la empresa local Shinjin Motors produciendo autos de General Motors, estableciéndose en 1983 como Daewoo Motors y, luego de una crisis en 1999, se fundó en 2002 GM Daewoo. Una siguiente crisis en 2011 derivó en la creación de General Motors Korea (GMK).

GMK cuenta con cuatro factorías en todo el país asiático. Desde hace un año la empresa anunció una serie de medidas para hacer más rentable a la empresa. Todo ello derivó en exigir a los trabajadores una serie de concesiones para evitar el cierre de la planta. Fue entonces que intervino el Banco de Desarrollo de Corea (del Sur) para invertir directamente en GMK para garantizar el empleo a los trabajadores, pero dicha ayuda fue insuficiente, la crisis en 2016 continuaba.

Analistas de la situación dicen que la empresa ha trabajado con altos costos de producción desde hace varios lustros atrás. Y los productos han sido cada vez más deficientes en calidad, superados por mejores diseños de la competencia que representan Hyundai y KIA. El nicho que le quedó a GMK fue el de los autos pequeños pero que han dejado un bajo margen de utilidad a la empresa.

La importación de GMM del Chevrolet Spark al Beat de India.

Las pérdidas de GMK ascienden a 1,100 millones de dólares atribuibles a una mala administración. Los mismos analistas consideran que General Motors de Estados Unidos dejó «a la buena de Dios» a GM Corea. Primero evitando que los autos surcoreanos Chevrolet ingresaran al mercado de América del Norte. Esta situación se agravó por la pretensión del Presidente Trump de que las empresas estadounidenses produzcan para el mercado local en vez de importar. Por tanto, las exportaciones de GMK bajaron sensiblemente, pues no sólo se dejaron de exportar vehículos hacia Estados Unidos, Canadá y México, sino también a Sudamérica, principales mercados de la subsistencia en las plantas de Corea del Sur.

En efecto, General Motors de México sustituyó la importación del modelo Spark de Corea del Sur, trayéndolo de India, así como su modelo Beat,

Igualmente, el fortalecimiento de SAIC-GM en China desestimó la importanción desde GMK. Y de la planta china se enviaron también los modelos Aveo (en México) y Cavalier, desplazando a la producción surcoreana.

Los años de la llegada del Chevrolet Matiz desde la planta GM Daewoo.

Desde el 2013 las ventas de General Motors Corea del Sur cayeron al 50%, un trancazo imposible de permitir la sobrevivencia de la firma. La producción bajó en las plantas, sobraba personal, pero los obreros exigían sus sueldos y GMK se vio obligada a pedir ayuda al gobierno local. Por cierto, General Motors Company, de Estados Unidos, le advirtió a sus ejecutivos en Surcorea que no metería un centavo en el rescate de la empresa GMK.

Gobierno y banca se dieron a la tarea de tratar de rescatar a la planta en Corea del Sur, pero los esfuerzos fueron en vano porque la empresa tampoco recibió apoyo de Estados Unidos para abrirle mercados; al contrario, se los restringió.

La fuerza laboral surcoreana se caracteriza por la combatividad. De una actitud sumisa seguida en otros sindicatos en el mundo, que reciben la mitad de sueldos para salvar la fuente de empleo, los trabajadores de la General Motors en Corea del Sur pedían aumento de sueldos ante su desastrosa economía doméstica a la baja. Todo derivó en la crisis del 6 de abril de este año en que se dio un saqueo de las oficinas administrativas.

Uno de los complejos de General Motors en Corea del Sur.

Para hacer todo más complicado, este año el gobierno de Seúl permitió que Estados Unidos montará cohetes antimisiles en su territorio, dirigidos hacia Corea del Norte, país aliado de China. En respuesta, miles de chinos boicotearon a los productos surcoreanos, incluidos los automóviles. GMK ni tiempo tuvo de ser vícitma del bloqueo, pero sí sufrieron Hyundai y KIA.

Con un mercado inferior a las 100 mil unidades anuales, no hay justificación para que General Motors siga en Corea del Sur.

Hoy en día sale más barato producir autos Chevrolet en México, Canadá o Brasil, que en Corea del Sur.

Fuentes surcoreanas revelaron hoy que GMK está lista para comenzar el desmantelamiento de sus fábricas en ese país, la semana entrante, un día después (domingo) en que se determine la decisión de seguir o ir a la bancarrota.

Ahora habrá que ver cómo opera la ley de bancarrota en el país asiático.

 

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