«Indefinidamente» Chrysler LLC planea cerrar su planta de Saint Louis Sur, en Estados Unidos, donde produce las famosas y emblemáticas minivans, efectivo a partir del 31 de octubre, pero también recortar la producción de su planta Norte en la misma localidad.
Jim Press, exToyota, desde diciembre Chrysler, preocupado por la situación de la marca.
De acuerdo a un reporte de Automotive News, la empresa anunciará oficialmente esta noticia en próximas semanas, pero las fuentes consultadas por el semanario de Detroit plantean esto como un hecho.
Hace una semana se propagó el rumor de que Chrysler LLC iba a quebrar. La empresa tuvo que emitir ese mismo día un boletín de prensa donde desmentía «tal absurdo».
Pero para nadie en Estados Unidos es desconocido que la empresa enfrenta, también al igual que las otras norteamericanas del automóvil, una profunda falta de liquidez y sus operaciones al principio enderezadas por el nuevo inquilino del edificio en Michigan, Robert Nardelli, quien viene de las tiendas Home Depot, no ha sido capaz de sacar adelante a la compañía.
Nardelli carece del oficio automotriz. No es cochero, es financiero. Justo la mente que requiere el Grupo Cerberus parar hacer dinero sin pensar en productos, eficiencia, competitividad.
Para ellos, para la gente de Cerberus, da lo mismo aliarse con chinos que con taiwaneses si en el negocio hay dinero. Por tanto, con esa mentalidad, dicen los románticos del automóvil que todavía trabajan en Chrysler, la empresa irá a pique tarde o temprano.
Ese era otro de los objetivos de Carlos Ghosn, presidente de la alianza Renault-Nissan, comprar a Chrysler. Pero la visión monetarista y poco automotriz de Cerberus, dio al traste con sus propósitos.