ALVOLANTE.INFO Análisis, noticias y foro sobre industria automotriz
La ACEA, asociación de fabricantes de automóviles de Europa, ha manifestado al cierre de esta semana que un posible Acuerdo de Libre Comercio entre la Unión Europea y Japón tendrá beneficios directos para los fabricantes nipones. Las instancias financieras del viejo continente ven clara la firma de una colaboración comercial entre la zona en crisis y el archipiélago asiático.
El Scion de Toyota presentado recientemente en Nueva York (Foto Scion).
Ivan Hodac, secretario de la ACEA, dice que los fabricantes europeos de automóviles ven con buenos ojos un tratado que incentive las exportaciones de sus vehículos al país oriental, pero que, en estos momentos, una firma traería beneficios inmediatos para Japón cuyas empresas como Toyota buscan denodadamente consolidarse en el mercado europeo aún dominado por las firmas locales como Volkswagen, Peugeot-Citroën y la misma Renault en alianza con Nissan.
«Lo primero que tendrán que hacer los fabricantes japoneses es adecuarse a las reglas europeas que son muy estrictas en materia ambiental y de eficiencia de combustible», dice la ACEA. Pero para nadie es un secreto que Toyota, Honda y Nissan llevan una buena parte del trabajo hecho en esos dos campos. Honda, incluso ha sacado un automóvil con propulsión a hidrógeno que ya transita por las calles de California.
El temor de los europeos es el mismo cuando Japón decidió instalar fábricas en Estados Unidos ante el proteccionismo de ese país hacia sus tres grandes entonces, GM, Ford y Chrysler. Hoy, la inversión nipona en América es agresiva y nadie puede detener el avance de Toyota que está a punto de alcanzar a Ford en el segundo lugar de ventas en Norteamérica.
Aunque Volkswagen es un privilegiado en Europa no solo por su liderazgo en ventas y en motores limpios, los más recientes impulsados por su tecnología TSI (motores turbo), y aunque la alemana quiere ser líder mundial en 2018, no deja de ser una gran preocupante que la Unión Europea abra sus puertas sin restricciones a los productos japoneses. Toyota es la principal amenaza.
Los europeos exigen que los mismos subsidios nipones a autos pequeños en Japón, se apliquen a los autos europeos. En otros países asiáticos ha sucedido lo mismo. Y aún con los subsidios a los autos importados (por ejemplo de Europa), la idiosincrasia local prefiere comprar el producto local. Y ante eso los europeos y estadunidenses no pueden hacer nada.
Japón tiene sólo el 5.8% de su gran pastel automotriz de autos importados. Los japoneses prefieren comprar autos hechos en Japón.
Bernhard Mattes, jefe de Ford en Alemania, dijo que un acuerdo comercial con Japón va a traer beneficios unilaterales para el país del sol naciente. Por tanto, los políticos deben suspender las negociaciones, añadió preocupado.
