Proyecto Dinalpin: Grandes ideas en México

Fue en el año de 1962 cuando la unión de dos empresas logró aterrizar un proyecto que en años más tarde se volvería toda una leyenda, tanto en México como el resto del mundo. La empresa Diesel Nacional, DINA, en ese entonces se dedicaba a la construcción de autobuses y camiones urbanos y Renault, constructor francés de automóviles.

El proyecto del Dinalpin mexicano camina (Foto A. Castañeda).

Durante esos años, DINA logró  obtener una licencia por parte de la francesa Renault para construir en la planta de Sahagún, Hidalgo, lo que sería más tarde el auto que estaría corriendo en diversos campeonatos nacionales durante mucho tiempo, el Dinalpin.

Los modelos que iniciaron esta historia fueron el Estafette, la R4, R8, R10 y el R12.

Ppara el año 1965, después de la alianza Renault-DINA, la mexicana obtuvo la licencia ahora para fabricar y vender el Dinalpin en México. Es cuando se decide trasladar la línea de producción de la ciudad de Sahagún a la colonia Vallejo, al norte de la Ciudad de México.

Una vez establecidos en esta nueva planta en el Distrito Federal comenzaron la producción del modelo Berlinette A-110, el Cabriolet A-110 y el GT4, por algunos años. La producción estuvo estimada en 508 Berlinettes, 67 Cabrioletes y 118 GT4, desde 1965 hasta 1974.

Por la década de los años setenta,  mientras los Dinalpin continuaban su producción, el Mustang, en ese entonces un auto muy popular, y actualmente también, costaba unos $40,000 pesos, mientras el Dinalpin unos $3,200 dólares de esa época.

El Dinalpin sigue siendo un ícono de estilo, muy cotizado tanto en México como en el extranjero, debido a su exclusividad, por ser un automóvil deportivo mexicano. Su función actual es correr en  algunas carreras vintage y en rallies.

Apesar de los momentos económicos cambiantes que atraviesa México, pocas personas están realmente tratando de hacer cosas grandiosas y qué mejor que los nuevos proyectos se hagan en el mundo automotriz, que hoy en día la industria atraviesa momentos de cambios.

Vale la pena decir que en la actualidad van resurgiendo distintos entusiastas de proyectos, algunos muy grandes y otros que apenas están comenzando. En hora buena por las personas que ven como un gran reto este tipo de proyectos, ya que uno de esta talla de construir un vehículo desde cero, hasta su consecución en serie y que llegue a la etapa de producción en serie, podríamos pensar que es algo sencillo de hacer, pero en realidad es un reto,  muy complejo y costoso de llevar a la realidad.

Por el momento, comenzaremos a hablar acerca de lo que es un proyecto ya presentado en estas páginas, realizado en México y que pretende ser una opción de transportación para los seguidores de este ícono. Hablamos del nuevo y rediseñado Dinalpin, un vehículo de dos plazas, de perfil deportivo, basado en el modelo de Renault Dinalpin versión Berlinette A-110 del los años sesenta y setenta.

Un gran proyecto que está trabajando para ser realidad (Foto A. Castañeda).

El desarrollo del nuevo Dinalpin lleva su propio paso, esto para optimizar de manera muy efectiva los recursos económicos y aprovecharlos al máximo. Esta organización ha estructurado el proyecto en tres fases principales:

1. Elaboración de algunas réplicas, a modo de que sirvan como mulas de distintas pruebas de de fiabilidad.

2. Elaboración de un prototipo funcional, al cuál se le agregará toda la mecánica que se utilizará en el producto final además de estar constituido por un chasis diseñado especialmente para el nuevo Dinalpin y así someterlo a  todo el proceso de pruebas físicas, tanto de manera real como en un simulador de laboratorio.

3. Por último la construcción de un prototipo final denominado SST-77 es incorporar la carrocería con un diseño actual y propio, conservando los rasgos característicos del Dinalpin de generaciones anteriores, además de la estructura y elementos mecánicos del prototipo anterior de pruebas.

En el rediseño del Dinalpin, aunque está basado directamente en el pasado auto de Renault, encontramos  una sinergia de distintos bocetos, lo cual podemos decir que tenemos diferentes e interesantes opciones de las cuales, solo se tomara una elegida, la cuál cumpla con los requerimientos y objetivos por parte de Auto Design.

Observamos que en las imágenes de diseño tenemos que todo ese lenguaje de diseño que existía en los años del Dinalpin anterior, era que gobernaban las líneas largas y curvas, en lo que respecta a la chapa lateral del auto, además de una cabina un tanto elevada en proporción grande, debido a que la a usanza era así, además de que en esos tiempos la ergonomía interior no era del todo funcional.

Ahora, en el nuevo diseño, encontramos un juego de líneas, curvas y rectas, son las que envuelven el volumen general del Dinalpin de nueva generación, las proporciones generales y cotas, aumentaron un tanto, esto debido a que  hoy en día tenemos más tecnología implementada en los autos. Diversos sistemas electrónicos y mecánicos hacen que los autos de estos tiempos sean ensanchados.

Modelo en arcilla del Dinalpin moderno (Foto A. Castañeda).

La posición del propulsor es colocado en posición central trasero. Allí la superficie, que es la cubierta del motor, logra integrarse desde donde termina la cabina hasta donde comienza la facia posterior, esto para tratar de optimizar los espacios de manera efectiva.

En la delantera, tenemos una cajuela un tanto curva en su línea de trazo, pero disminuida en longitud, respecto al viejo Dinalpin, además de incorporar ópticas de nueva generación en cuanto a estilo, para pasar al parachoques donde la línea central es un tanto acentuada pero más suavizada que el anterior. El hecho de conservar las luces de niebla a la altura de la facia, realza esa sensación del viejo Dinalpin.

En la posterior, de momento los bocetos nos muestran lo que es una nueva cara posterior, creo que se pretende poner un mayor énfasis de diseño en la parte trasera, ya que se le podría incorporar un acabado de diseño más innovador.

En general nos encontramos ante un reto de diseño, debido a que es un ícono de diseño automotor clásico, la responsabilidad de traer el diseño retro a la actualidad lo hace muy interesante y  enriquecedor.

Avanza en Ciudad Sahagún la producción de la réplica del A110 (Foto M. Jiménez).

El volumen general del auto aporta líneas muy marcadas de carácter, como las tomas de aire ubicadas en el toldo del Dinalpin y otras a los costados. Estas últimas son unas grandes tomas de aire flanqueadas por líneas un tanto  trapezoidales, además de aportar estética al cuerpo del vehículo. Sus funciones caerán en  servir como tomas de aire de admisión para el propulsor y otras para enfriar el sistema motorizado.

Como dato de historia para nuestros lectores  hay que destacar que el Dinalpin es en realidad el primer vehículo deportivo cien por ciento mexicano.

Podemos concluir con un muy buen sabor de boca. Hay muchas razones que lo hacen meritorio, entre ellas el  hecho de que gente entusiasta del mundo automotor mexicano trate de abrirse  paso a través del mundo de los autos, además de que estos proyectos son muy costosos y complejos de hacer, requiriendo de muchos elementos, como pasión, constancia y mucha paciencia ante los distintos retos que existen día a día, durante toda la etapa de desarrollo y hasta su consecución en producción en serie.

Una ves más en hora buena a los protagonistas del desarrollo del Dinalpin  y por supuesto a sus creadores.

Un agradecimiento al diseñador de este nuevo  Dinalpin, Alejandro Castañeda Sánchez y al Ingeniero  Miguel Jiménez por proporcionar información y la confianza de publicar un proyecto de esta magnitud.

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