…Y Elektra quiere aparentar que no pasa nada con los autos FAW

Tienda Elektra de Universidad y Estacas, en Naucalpan. La gerente de crédito recibe al reportero y le dice: «Sí tenemos todavía coches, nuevos y usados… bueno, no hay coches aquí pero dígame qué le interesa y se lo conseguimos». Elektra hace como que nada ha pasado con sus autos FAW que ya no vende y miles andan buscando a quién reclamarle, sin poder de organización y sumamente angustiados.

Elektra, el colmo del cinismo (Foto de archivo).

La tienda que antes lucía en la entrada a los autos chinos FAW y que Raúl Salinas Pliego se comprometió con Felipe Calderón a montar una planta para producirlos en México a cambio de ahorrarse millones de pesos en impuestos por la importación de las unidades desde China, ahora cambió los autos por las motos Itálica, una marca que tiene otra historia porque ahora se arman en México.

De la noche a la mañana sacaron todos los autos de la tienda. El proyecto fue un fracaso en términos del largo plazo que prometieron, pero un éxito porque el ejecutivo transó a miles de creyentes en su palabra: Compraron un auto FAW con abonos chiquitos y ahora no hay servicio, no hay refacciones y Elektra se desentiende del tema.

Ahora la gerente de crédito que lo mismo atiende reclamos por descomposturas en aparatos electrónicos de mala calidad que asume su rol de prestar dinero a nuevos cuentahabientes del Banco Azteca allí mismo figurado con dos cajas, atiende al reportero.

— ¿Oiga, dónde están los autos FAW que antes exhibían aquí a la entrada?

— Mmm ahorita no hay. Ya no los tenemos aquí sino sólo en la bodega. ¿Le interesa uno nuevo o un usado?

— Me interesa saber si todavía los venden.

— Sí, claro. Sólo que ahorita no tenemos por la demanda. Pero si le interesa uno usado también tenemos.

La naturalidad de la vendedora hace pensar que en Elektra no ha pasado nada con la desaparición de la marca, de que el gobierno prohibió la importación a Salinas Pliego, que les tomaron el pelo con la apertura de una planta ensambladora en Zinapécuaro, Michoacán, la tierra de Calderón, y que miles andan buscando cómo safarse de esta estafa del año.

Se esperaba una respuesta como: «No, esos productos ya no los vendemos». Pero no. La ejecutiva cae en complicidad con sus jefes. Aquí no ha pasado nada, parece aparentar.

Y mientras, miles de compradores se quedaron colgados de la brocha por ese fraude. Y ni cómo demandar, y no se ponen de acuerdo, y no tienen poder de convocatoria para unirse de una vez por todas y levantar la voz contra este otro abuso avalado por la autoridad superior, ni más ni menos que el presidente.

Alvolante.info ha recomendado a los compradores de FAW unirse en una demanda colectiva que ahora sí es legal. Juntarse todas las personas que puedan y presentarse en la Procuraduría Federal del Consumidor para reclamar el desdicho del prestador del servicio a un producto que ha descontinuado, que no tiene más la venta de los coches, que no tiene centros de reparación y que así, no hay obligación que contraer por la adquisición realizada. Y a regresarle sus unidades y a dejar de pagar por una mentira.

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