Nissan Juke 2012: «El Sapito» nos resultó muy respondón

El regreso de Nissan a los turbos, por lo menos en México, se da con un «mitad tú, mitad yo», ni camioneta ni auto comprometido con el agarre al piso. Se trata del Nissan Juke 2012 que sí hay que entenderlo y no siempre hay que manejarlo cuando no se te antoja hacerlo. Más bien: Si te gusta, cómpralo, es una buena propuesta de diseño, sobre todo, de diseño. Aunque no dejo de reconocer las maravillas que hace ese motorcito 1.6 apoyado por el turbo. «El Sapito» nos resultó muy respondón.

… Y si lo seguimos imaginando parece hasta cocodrilo (Fotos Nissan y archivo).

Primero lo manejamos de Santa Fe al Club de Golf que está por Naucalpan. Era la primera vez que lo veíamos físicamente. Era el lunes 10 de octubre por la mañana. Nissan invitó a mi amigo Alberto Rigoletti a hablar del producto (él es el director de Rigoletti Casa de Diseño). Y apenas sorbido el primer trago de café me pregunta qué me gusta del producto. Alfonso Albaisa, vicepresidente de diseño de Nissan Design America, en La Joya, California, viene a explicarnos ¿Qué rara cosa es este Juke?.

Está a mi lado Angélica Ramírez, gerente de producto mercadotecnia Juke de Nissan Mexicana y se acerca Manuel Heredia, planeación del producto. El cuatro lo hace Mario Monroy, de planeación también. Pero voy a hacer de esta crónica una historia del antes y del ahora que tengo en mis manos las llaves de este producto al que trataré de entender, yo, un simple periodista acostumbrado a encender todas las mañanas el vehículo y transportarme al siguiente evento de la semana o al cine con mis hijos.

Lector, te dejo el volante para que sientas el producto.

Cuando Nissan presentó el Juke en México nos concentró el Santa Fe para hacer una verdaderamente pequeña prueba de manejo. Apenas lo saboreamos. Y sí, reconozco, me dejó picado el producto porque no lo entendía. Con todo y que Alfonso Albaisa nos había platicado de su nacimiento.

Nos hablaron de ergonomía del auto (tienes todo a la mano), «el auto te dice: «Veme»», «Les recomiendo el plata porque es el que resalta mejor las líneas, decía Rigoletti.

¿Y qué, el rojo chiclamino está pintado?

Tengo las llaves en la mano. Lleevo a mi hija a la escuela. Le encanta el auto por dentro. ¡Claro, es un vehículo de $299,990 pesos!, transmisión manual (mi preferida). Primera sensación: Un auto para chavitos junior. Ya más pensada mi reflexión: Un vehículo para quien gusta de los deportes y requiere un modo de transporte que le ofrezca algo que se identifique con su forma de pensar. Eso es el Juke.

Como todo turbocargado, al que Nissan dijo adiós en los años 90, finales de los 80, cuando teníamos en México un Tsuru turbo y un Hikari turbo (que los hizo en México mi querido amigo Freddy Tame papá, empresa en la que trabajé siete años). requiere su tiempo para entrar en acción. Nissan nos dice que el Juke responde a las 2,000 rpm pero al volante se hacen eternas.

El turbo sigue siendo un buen ingrediente motriz cuando quieres potencia (Foto Al Volante)

Esto me está entregando un motor 1.6 litros (la misma potenciación del Versa, del March) pero con turbocargador que lo lleva a dar 188 HP a 5,600 rpm. Por tanto, divertido el producto. Acelera por las calles como un chapulín brincador (o para seguir la metáfora del sapito, como un sapo). Pero hay que acelerar para ello.

Ese frente me distrae, Muy alto para ser un turbo, pero muy bueno para ser un sapo brincador. Diseño es diseño, señores.

De atrás para adelante: Bajo y hacia arriba el perfil. ¿Sapo, o no?

«Dentro de cuatro años el vehículo seguirá siendo vigente», sentencia Alfonso Albaisa. «El auto es un espejo de la cultura», nos predica. «No tratamos de hacer un auto más sino que la persona tenga algo de sentido de pertenencia».

Y mientras vamos por la calle escuchando mentadas de madre en el tráfico insoportable de la Ciudad.

La parte de atrás, interesante para un croossport.

Estamos manejando un 1.6 litros con motor de cuatro cilindros en línea, de 16 válvulas y doble árbol de levas a la cabeza (DOHC), 188 HP a 5,600 rpm y 177 libras pie de torque a 2,000 rpm eternas. (Los chavos quieren el torque como cuando hacen el amor a toda potencia). (Pero los adultos sí entendemos que el turbo entre cuando debe ser el momento).

Manualito de seis velocidades como no gusta. Pero hay CVT (transmisión contínuamente variable que no quiere decir otra cosa de que entran las velocidades suavecitas pero si perder torque). Por cierto ese dispositivo automático tiene un modo manual que es un arrepentimiento a haber comprado uno manual.

El pomo de la palanca, suave.

Íbamos a Santa Fe a una cita y se nos hacía tarde. Le pedí al Juke potencia y me la dio. Es extraordinario el torque que tiene esta cosita cuando entra el turbo. Avanzo, camino rápido y el coche no se «arrana» como aquellos viejos estadunidenses que conocimos. Este motorcito, se los juro, es fantástico. El sapito nos salió muy respondón. Cumple, para quien le quiera pedir eso que llaman potencia.

Tengo la oportunidad de platicar con uno de los diseñadores. Tomamos café.

— ¿A quién diriges este producto?

— Hombres de 35 años. Juke se diseñó para una persona que buscara trasladarse al motocross, al sky. . Intervino el factor jungla, pero también urbano, quizá playa. Es una mezcla de vehículo deportivo utilitario con auto. Buscamos masculinidad, agilidad, algo del crossover, un auto «que te va a morder». (NdeR.– Méndigo sapo respondón).

…Y entonces mi amiga Isabel del Ángel tomó el volante y dijo: «¡Ah, no, machistas no!» (Foto Al Volante).

— Quizá nos inspiramos en los cowboys de Estados Unidos. Algo tosco, algo valiente.

Ahora me pregunto si eso percibe un comprador mexicano cuando va a la agencia… Dejaré que alguien nos conteste, nos enseñe, nos de respuesta de regreso a lo que este hombre me dice.

Periférico, México, siete de la mañana. Acá voy en el tráfico con un Juke manual de seis velocidades. Frenos delanteros de disco ventilados, los de atrás discos sólidos. Frenos ABS en las dos versiones que hay en México. BA (asistencia de frenado), EBD (distribución electrónica del frenado), ABLS (freno activo de desempeño limitado), VDC (control dinámico del vehículo), suspensión independiente McPherson adelante con barra estabilizadora, barra de torsión atrás con barra estabilizadora también.

Acá el tablero del Juke (Foto Al Volante).

Me veo en el prójimo del Vocho sedán de al lado y no me la creo. No creo que haya tanta injusticia en México. Pero sí que la hay. Y eso no le pregunté al mentado diseñador.

El manejo obviamente es divertido. Una dirección asistida eléctricamente hace su trabajo para sentir el vehículo con una tremenda maniobrabilidad.

Salgo a carretera y tengo cinco kilómetros libres para ir a full con el apoyo de mis buenos amigos del cuidado en carreteras. Siento el frente del vehículo muy arriba. La grandes llantas no me hacen senteir seguro de seguir a 170 kilómetros por hora. Creo que es hora de bajar y de pensar que este auto es más diversión que velocidad. No es un auto de carreras, no es un auto puramente deportivo. Mejor llevarlo a 120 y no pedirle más. Pero el motor lo da.

Los primeros estudios para fabricar el Juke (Foto Al Volante)

El diseñador alemán se inspiró en un delfín para modear las puertas del Juke. En tanto el panel de palanca de velocidades está llevado por la idea del tanque de gasolina de una moto y la parte que le sigue hasta el asiento de la misma moto. Por tanto, vea la foto de esa parte y verá por qué tiene esa forma. Unas 700 personas en el diseño del Juke, pero 200 directamente en ingeniería. Año y medio para tener el boceto y tres años para el producto final.

— Oye, diseñador ¿Y qué diablos significa Juke?

— Juke significa en el futbol americano (estadunidense, corregimos) finta.

Alfonso tiene 46 años de edad. Tenía 23 cuando entró a Nissan. Entró cuando estaba el proyecto de diseño de Pathfinder (la versión anterior). Hoy él maneja un Cube con su amiga japonesa. Comparte plataforma B con el Note de Japón.

Frenos de disco en uatro ruedas, ventilados los delanteros (Foto Al Volante).

La sensación de manejo es placentera. Tenemos motor para responder en las subidas. El comportamiento de la parte trasera es aceptable. La barra estabilizadora cumple su función cuando le pedimos al vehículo agarre en curvas abiertas a 150 Km/h. El auto cumple. Y la motorización también.

Angélica Ramírez, gerente de producto llega a compartir el café. Y nos pide chutarnos el spot de «No trates de entenderlo, hay que manejarlo». Lo hacemos con cortesía. «Nuestros clientes son jóvenes. El vehículo pertenece al segemento cross-sport. Iniciamos la preventa el año pasado en octubre

Juke Advance con transmisión manual (la que probamos por una semana): $299,900 pesos. Advance automática con CVT $313,900 (los precios pueden variar mes a mes).

Instrumentos de fácil acceso y comprensión.

El vehículo ofrece tres modos de conducción; Ecológica, normal y sport. Por tanto, como usted elija sabrá cuánta gasolina le consumirá el cochecito. El consumo medio anduvo en nuestra prueba en 13 Kms/l porque hicimos pruebas en la parte alta de la autopista a Toluca, lo que exige más al motor.

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