Enésima crisis: ¿Comprar o no comprar auto nuevo?

En ciernes tenemos otra devaluación en México. Justo cuando los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón prometieron acabar con los excesos de un priísmo corrupto que dejó en la quiebra varias veces al país con su Fobaproa, el rescate financiero al sistema bancario mexicano, hoy vuelven a caer en el mismo hoyo, y todo por seguir en el último vagón del tren del desarrollo financiero estadounidense. Las voces de acá, las cercanas al consumo, preguntan: ¿Es buen momento de comprarme un auto nuevo o no?

alvolante.info habló con tres cocheros –como se conoce en el argot a los distribuidores automotrices–. Ellos prefieren omitir sus nombres porque como gerentes de ventas, gerentes generales o distribuidores, no pueden opinar en contra de los intereses de la agencia a la que sirven. Pero lo importante de la encuesta es saber si este es un buen momento o no para comprar un automóvil nuevo.

El cochero A dice que en estos momentos hay una gran cantidad de planes de financiamiento en el mercado, de casi todas las marcas. «Definitivamente si el consumidor necesita cambiar su auto usado porque ya dio de más de su vida útil, este es el momento de hacer la operación y aprovechar los paquetes, sobre todo en compras de contado».

«Definitivamente recomiendo una operación al contado, con el fin de no verse afectados si hubiera variaciones en las tasas de interés. Nadie te puede garantizar en este momento de incertidumbre económica, que las tasas no van a dar un salto el día de mañana. Entonces lo mejor es comprar al contado».

El cochero B nos indica además de lo anterior, que si el consumidor no puede disponer de suficiente efectivo para comprar un auto al contado, debe aprovechar aquellos planes blandos que le permiten abonos fijos. Pero previno de aquellas operaciones en las que las mensualidades son bajas pero los plazos son tal largos que la gente termina pagando un auto de mayores prestaciones al que realmente adquirió. «Este es el caso de los autos chinos. No recomiendo esas operaciones porque el costo financiero es tan alto que realmente son una tomada de pelo para el público».

El cochero C dice que «por ningún motivo recomiendo hacer esta operación en este momento. Las caídas de las bolsas en muchos países vuelven la situación muy nerviosa como para arrojarse en este instante a comprar una casa o un automóvil. Son bienes duraderos en los que hay que erogar una cierta cantidad importante de los ahorros de los compradores. Pero no sabemos lo que va a suceder mañana con la economía del país.

Este cochero más pesimista, pero también más realista, dice que en este momento hay que mantener la unidad motriz que uno tiene y que habrá que esperar cuál va a ser el comportamiento de la economía mexicana en los próximos tres meses. «No sabemos incluso si nuestro dinero está seguro en el banco en estos momentos. No sabemos si los bancos extranjeros, que componen el 90% del sistema bancario nacional, van a tronar como sus matrices en Estados Unidos». Más vale esperar, dice.

Aquí algunos parámetros para que usted mida las aguas en el asunto:

El superpeso en julio se cotizaba a $9.98 por dólar. La semana pasada terminó en $11.26 pesos por dólar. Hay quien ya habla de regresar a $12.50 por dólar, como hace 40 años. Así, nuestro peso vale menos. Nuestro dinero vale menos y los coches nuevos cuestan más aunque tengan promociones.

Dese el priísmo corrupto de los años 70, cuando el dólar estaba en $12.50 y pasó a $15.36, según publica atinadamente Enrique Galván hoy en «Dinero» de La Jornada, la moneda se devaluó 23%.

En 1976 el dólar pasó de $15.36 a $87.62 con una devaluación del 470% con el perro de La Colina. En 1982 el dólar estaba en $87.62 y pasó a $2,291.24 con una devaluación del 2,515% cuando se re-negocia la deuda externa y el país vive el efecto inflacionario más alto de su historia.

Con Aspe, el señor que ahora es inversionista en la compañía de aviones InterJet, y que quitó tres ceros al peso, nuestra moneda se devalúa 51%.

El vendedor número uno del país, Salinas, le vende la banca a sus amigos propietarios de casas de bolsa, quienes cuatro años después acaban con el negocio bancario y Zedillo, el que ahora es asesor de empresas privadas, tiene que sacarlos del atolladero con el llamado Fobaproa, con el dinero nuestro, igual que los gringos ahora con su presidente Bush, que no será juszgado por esa irresponsabilidad, como tampoco lo fue el mexicano en ese tiempo.

Y todo esto para decirle que el dólar llegó hoy a los $12.00 pesos, por lo que usted debe tomar en cuenta esta situación para sus finanzas personales.

Los bancos norteamericanos están siendo rescatados con dinero público por el Congreso norteamericano a petición de Baby Bush. En Alemania se acaba de anunciar lo mismo para dos importantes bancos de ese país, a fin que los ahorros de los consumidores no se vean afectados.

¿Usted ha escuchado que el gobierno mexicano garantice los ahorros de los cuenta-habientes ante una fractura, otra vez, del sistema bancario nacional ante la crisis? Nosotros tampoco.

Así que en esto de comprar o no auto nuevo, deme su opinión.

 

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