Chevrolet Spark 2013.– Mi experiencia con la marca y de cómo me fui por un Suzuki Swift

Por Samuel Martínez / Forista de Al Volante (*)

Condujimos nuestro Chevrolet Spark LTZ desde aquel sábado 7 de diciembre de 2013 (día que lo entregaron) hasta el jueves 5 de octubre del presente año, en que lo vendimos. Agradezco a Al Volante poder interactuar con otros propietarios o interesados en la marca. Y de cómo ahora tenemos un Suzuki Swift.

Lamentablemente nuestro coche no tenía Bluetooth, hubiese sido un buen plus. Las bocinas traseras casi no se escuchan, tienes que subir el volumen considerablemente para que se puedan escuchar, pero ya a ese punto, las de adelante se escuchan demasiado.

Fueron varios los factores que nos llevaron a buscar un crédito para la compra de un coche: teníamos la capacidad económica para adquirirlo; veníamos de tener un Chevy 2005 que compramos usado, el cual ya estaba presentando problemas mecánicos de manera más recurrente; buscábamos la confiabilidad de tener un coche que no nos dejara tirados y que tuviéramos la certeza que, en las mañanas al encenderlo, no nos iba a quedar mal; y por último: aspirar a un coche con mejor equipo de seguridad.

Fue un Spark LTZ modelo 2013 (Hecho en Corea, según la factura), con el odómetro marcando 36 kilómetros, que nos era entregado en un sábado frío y lluvioso en la Sultana del Norte. El más equipado: frenos ABS y bolsas de aire, sistema de alarma sin olvidar esos extras de comodidad: vidrios delanteros y traseros eléctricos, puerto USB y portavasos.

Un poco caro el bulbo del faro antiniebla, lo compramos en la agencia en $650.00 (no lo encontramos en refaccionarias). Hubo un tiempo que tuvimos que cambiar los bulbos de las luces principales en varias ocasiones (a veces era la luz principal izquierda, a veces la derecha, en total, compramos unos 4 bulbos), también fue necesario comprar los bulbos para las  luces traseras (en total compramos 3 bulbos para la parte trasera). Al principio creíamos que era el coche, sin embargo, habíamos estado  comprando unos bulbos de una marca con empaques amarillos, pero una vez nos animamos a comprar marca Phillips, y no volvieron a fallar. Aquí preguntamos: ¿lo barato, sale caro?

Presupuesto, seguridad y rendimiento

Había tres factores que fueron los puntos de referencia en nuestra búsqueda: presupuesto, seguridad y rendimiento.

En cuanto al presupuesto, teníamos 30,000 pesos para dar de enganche y disponíamos de $3,500 para cubrir una mensualidad.

Según recuerdo, las agencias que visitamos fueron: Nissan, Chevrolet, Mazda, Seat y Peugeot. No descartamos Mazda, Nissan y Peugeot, ellos nos descartaron a nosotros, ya que nuestra solicitud de crédito fue rechazada; Seat nos autorizó el crédito, pero la mensualidad del Ibiza se disparó arriba de los $4,000.

Fue Chevrolet, la que nos autorizó un crédito acorde a nuestra capacidad económica, quedando una mensualidad de $3,714.00 el primer año; y los últimos tres años de $4,356, el aumento de la mensualidad se debió a que se sumó el costo del seguro. En esos tiempos Chevrolet tenía una promoción de 10% de enganche; sin embargo, el costo del seguro por el primer año tenía que ser pagado de contado.

Llantas, en el 2015 nos pidió un cambio de llantas, solo le cambiamos dos, cada una tuvo un costo de $850.00. A contrario a lo que creímos, fue difícil encontrar un lugar donde tuviera el par. En el 2016 tocó el cambio del par que no habíamos cambiado. Cada dos semanas hacíamos una revisión de la  presión de llantas (en frío). Cuando hicimos el último servicio, el asesor nos comentó que había dos tuercas que ya se habían “barrido” que era necesario cambiarlas, el costo fue de $40.00 pesos cada una.

Considerando que el valor de factura del coche es de $140,000: fueron $14,000 de enganche, más placas, seguro, y comisión por apertura; en total desembolsamos $28,000.

Es interesante apuntar que, el coche fue entregado en diciembre de 2013; quiero decir: para este mes eran muy pocas unidades de 2013 que se estaban entregando, la vendedora nos ofreció un Spark 2014, pero la versión media, y también un Aveo 2014; pero los descartamos porque no contaban con el equipo de seguridad que el Spark 2013 sí nos ofrecía.

En cuanto al rendimiento, voy a ampliar el panorama para tener una mejor perspectiva: recorremos 84 kilómetros diarios para ir al trabajo y regresar a la casa, de estos 84, aproximadamente son 30 en carretera y 54 en ciudad; multiplicando estos por 5 días, son 420 kilómetros; más 65 kilómetros que recorríamos los fines de semana, en total corríamos 485 kilómetros por semana.

Motor de 1.2 litros, con 82 hp. ¿Rendidor? Sí. ¿Respondón? No. Le cuesta trabajo hacer rebases o bien, despegar en un semáforo. Nosotros sabíamos que es un coche lento al arrancar, pero esto a veces desespera a los demás conductores que viene detrás de uno.

Cuando teníamos el Chevy, recuerdo que gastábamos $550.00 pesos en gasolina (de la verde) por semana; pero cuando empezamos con el Spark, el gasto se redujo a $390.00 pesos por semana. Nos estábamos ahorrando en gasolina $160.00 pesos por semana, y al mes: $640.00 pesos.

Ahora, consideremos el tiempo de traslado: en las mañanas nos tardamos una hora en llegar a nuestros trabajos, o sea, recorríamos 42 kilómetros en una hora; pero de regreso, esos 42 kilómetros los recorríamos en 1 hora y 30 min.

Durante todos estos años, recorrimos los mismos kilómetros, con la misma cantidad de litros: recorríamos 460 a 485 kilómetros, por 29-31 litros. Considerando estos intervalos podríamos decir que el Spark nos daba de 15.64 a 15.86 kilómetros por litro.

¿Cómo realizamos este cálculo?

El Spark no tiene (al menos ese modelo) un indicador de rendimiento; el cálculo lo hacíamos de la siguiente manera: el domingo por la mañana, llenábamos el tanque y  poníamos el odómetro en cero kilómetros; al siguiente domingo volvíamos a llenar el tanque, y dividíamos los kilómetros recorridos entre la cantidad de litros que cargábamos.

Como pueden ver, el indicador de la gasolina está señalado por “rayitas”; cada cuarto, tiene 4 “rayitas”, regularmente llenábamos el tanque cada vez que teníamos 3 rayitas (o sean, menos de  un cuarto).

Este rendimiento fue el estándar que normalmente obteníamos, es evidente que algunas semanas eran irregulares: teníamos más vueltas el fin de semana, o había días con lluvia que nos hacían pasar horas en el trafico (aquí en Monterrey, cuando llueve, tu tiempo de traslado de casa-trabajo puede aumentar hasta en dos o tres horas, según donde vivas).

La ficha técnica del Spark marca que el tanque es de 35 litros, pero nunca llegamos a echar esa cantidad, siempre fueron de 28 a 31 litros, cuando el despachador nos decía: “le relleno el tanque”, respondíamos que no.

Con respecto al rendimiento en carretera, les puedo decir que una vez lo llevamos a la ciudad de Dallas, en Texas, son aproximadamente 1,000 kilómetros (desde Monterrey). Esa vez, el coche llegó con dos tanques completos (cuando llegamos a nuestro destino, tuvimos que buscar un lugar donde llenar el tanque). Si dividimos 1,000 kilómetros entre 62 litros de entre los dos tanques, nos dio un rendimiento de 16.12 kilómetros por litro. No me sorprende, ya que en la carretera lo manejamos a 120 km/h a 4,000 rpm.

Para terminar esta sección del rendimiento, solo quiero  mencionar que regularmente tenemos el aire acondicionado encendido, solo en las mañanas no lo hacemos ya que el calor no pega a tanto; y en los pocos viajes que hicimos, siempre estuvo encendido.

En cuanto a seguridad, el Spark cumplió con los requisitos: frenos ABS y bolsas de aire frontales.

Yo solo tuve que apretar el freno un par de veces, y los frenos hicieron su trabajo; en cuánto a mi esposa, ella al parecer si tuvo más ocasiones para probarlos, pero sin mayor peligro.

Nos agradó la idea que en la parte trasera tuviera sus tres cabeceras y sus tres cinturones de seguridad de tres puntos.

Todo fue tan rápido, el proceso compra-venta de un Swift, que no nos dio oportunidad de lavar el Spark y tomarle unas buenas fotos.

Al coche lo sentía seguro hasta una velocidad de 125 km/h (a un rango de 4,000 rpm), ya después de ahí lo notaba un poco nervioso en la dirección. Siempre mi velocidad promedio fue de 120 km/h, la cual era suficiente para mí, el detalle era cuando tenía que hacer algún rebase, se tardaba la vida en pasar un camión con doble remolque.

Queremos agregar que no existe mucha insonorización en la cabina, al menos cuando vamos en la carretera, el motor del coche se escucha mucho, al grado de tener que levantar la voz para poder hablar con el pasajero que va en la parte trasera.

Saliendo a Monterrey rumbo a Laredo, hay una sierra llamada Mamulique. El Spark la subía a 60 km/h, el pequeño motor de 1.2 litros, no podía ir más rápido.

Mantenimientos, refacciones y reparaciones

Antes de empezar esta sección, queremos aclarar que los precios que proporcionamos son aproximados, si decimos $1,500.00, quizá el valor exacto es $1,528.00. Por eso todas las cantidades son cerradas.

Los mantenimientos, cada 15 mil kilómetros. Había dos tipos, y se intercalaban: el barato de $1,700.00 y el caro de  $2,700.00. Los mantenimientos siempre fueron en la agencia, para no perder la garantía (solo fueron dos años de garantía), el último mantenimiento que alcanzamos a realizar 90 mil kilómetros.

Los costos de los mantenimientos siempre fueron los mismos, nunca hubo una reparación extra que nos pidieran hacer; aunque sí nos ofrecían un paquete extra, pero nunca los compramos, siempre el mantenimiento básico.

La atención por parte del distribuidor fue buena: llamábamos para agendar la cita, lo llevábamos a las 7:30 de la mañana, y lo tenían listo para las 4:00 o 5:00 de la tarde, nos gustaba que le lavaran el motor sin costo adicional. Nunca tuvimos ningún problema en cuanto a esto.

Las refacciones, aquí es donde las cosas me hacen un poco de ruido, ya que hubo refacciones que se nos hicieron caras.

En diciembre de 2015 tuvimos que cambiarle los frenos delanteros, cambio que realizamos en la agencia y tuvo un costo $3,900.00 pesos.

En agosto de 2017 nos volvió a pedir el cambio de frenos delanteros, los cotizamos en la agencia, y el costo era de $4,300.00. Pero, ahora decidimos llevarlo a un taller de frenos, aquí el costo fue $2,700.00. Nos arriesgamos, ya que nunca lo habíamos llevado a un taller que no fuera la agencia.

¿Por qué ya no lo llevamos a la agencia? Por el costo, en ese momento no podíamos cubrirlo; pero, si hubiésemos tenido la oportunidad, definitivamente lo hubiésemos llevado a la agencia; en lo personal, nos inspira más confianza. De todas maneras, este taller de frenos, al parecer hizo un buen trabajo, ya que tuvimos el coche 2 meses más y no tuvimos ningún problema.

En cuanto a la batería, tuvimos que hacer un cambio a inicios de 2016, tuvo un costo de $1,400.00.

¿Y las reparaciones?

La primera llegó cuando habíamos cruzado la línea de los 97,000 kilómetros. Fue un sábado de septiembre, que sucedió: llegamos a un semáforo, nos detuvimos, cambió a verde, metí primera, saqué el embrague y el coche no se movió. Ahí estábamos, yo sin pisar el embrague, el cambio en primera, y el coche detenido.

Le hablamos a una grúa, como no sabíamos cuál era el problema, lo llevamos con un mecánico conocido, descartamos llevarlo a la agencia por cuestión de presupuesto. En resumen: el embrague ya no funcionaba, había que ponerle otro. Costo total de la reparación: $4,600.00.

Fue un golpe difícil para mí, estábamos a tres mensualidades de terminar de pagar el crédito, todo iba de maravilla: nunca nos había dejado tirados, siempre había encendido, nunca fallo nada: motor o transmisión; tampoco jamás hubo una fuga de aceite, anticongelante, o cualquier otro fluido; todo lo que habíamos comprado eran partes que se desgastan por el uso, nunca vi venir una reparación de este tipo.

Esta reparación ¿es normal en coches con ese kilometraje? No lo sé, nunca había estado con un coche tantos kilómetros.

De todas maneras, se tuvo que hacer. Ni hablar.

Sinceramente, jamás lo vimos venir.

A nivel confort: el aire acondicionado hacía su trabajo, era suficiente para nosotros dos (nivel dos la mayor parte del tiempo, nivel 4 cuando lo dejábamos al sol y nos subíamos);

Spark LTZ 2013

Cuando nos preguntan, así respondemos:

  • ¿Lo recomiendan? Si, para ciudad. Super práctico para estacionarse y para moverse con agilidad. En la carretera, si funciona, pero al menos nosotros, no nos inspiraba confianza.
  • ¿Que fue lo que más les gustó? Rendimiento.
  • ¿Y lo que menos? Lento al arrancar.
  • ¿Que le agregarían? Una sexta velocidad, en la carretera hace falta.
  • Que le quitarían? Esas llantas que están son delgadas.
  • ¿Y los servicios? Creo que son caros, tengo un compañero que tiene un Mazda 3, sus servicios no pasan de $2,500.00, (aunque son cada 10 mil kilómetros).
  • ¿Contentos con su compra? Sí. Compramos lo que nuestros ingresos pueden pagar.
  • ¿Si hubiesen tenido más presupuesto, hubiesen comprado otro coche? Sí.

Para concluir nuestra reseña: fue un buen coche, nunca nos dio un problema. Sus mantenimientos a tiempo, revisábamos sus niveles de fluidos cada dos semanas, los cambios los metíamos a tiempo, procuramos evitar las calles que de antemano sabíamos que están en mal estado, en fin lo cuidamos, porque nosotros lo consideramos como una herramienta de trabajo, como dijimos arriba: trabajamos lejos de donde vivimos.

A nivel confort: el aire acondicionado hacía su trabajo, era suficiente para nosotros dos (nivel dos la mayor parte del tiempo, nivel 4 cuando lo dejábamos al sol y nos subíamos); nunca usamos el CD, siempre utilizamos la USB (por cierto, no lee USB 3.0); elevadores  de cristales siempre funcionando, tiene una pequeña luz debajo de la consola central (funciona para ver las monedas que “ahorramos” en los portavasos).

Nos entregaron nuestro Swift Boosterjet 2018 color gris acero (si, no había azul en existencia, así que nos dieron uno gris, pero, nos dieron los primeros tres mantenimientos gratis).

Se nos fue

Ahora, al inicio de la nota les pedimos una disculpa por las fotografías del coche sucio. He aquí la razón: El sábado 30 de septiembre hubo el Suzuki Test Drive aquí en Monterrey.

Durante el transcurso de este año empezamos a visitar agencias para ver que coche podríamos adquirir con un presupuesto: $300,000.00.

Pero ahora nuestra meta era: 6 bolsas de aire, frenos de disco en las 4 ruedas, ABS, distribución electrónica de frenado, control de estabilidad y asistencia de arranque en pendientes (porque nuestro próximo coche tiene que ser automático), con quemacocos y luces led.

Visitamos Chevrolet, la Trax estaba en $309,000.00; en Kia, estaban la Soul y el Rio, en $316,000.00 y $294,000.00, respectivamente; en Nissan la Kicks (no me acuerdo del precio); en VW, tristemente, no hubo nada que nos fuera atractivo; en Suzuki, la Vitara Turbo en $360,000.00 (muy fuera de nuestro presupuesto).

Esta vez fuimos a la Suzuki a ver el nuevo Swift. Íbamos con una expectativa no tan alta del Swift, no porque fuera mal coche, sino por su tamaño. En el 2013 lo fuimos a ver, y se nos hizo muy pequeño.

Hicimos la prueba del manejo en caja manual, se sintió bien (venimos de un Spark, cualquier coche (de ese rango de precios) que tomáramos se iba a sentir mejor. Cumplía con todo lo que buscábamos (excepto el quemacocos).

Aquí va la conversación que tuvimos con el vendedor (en resumen):

En cuanto al Swift, déjenme manejarlo un poco más (yo solo lo manejo 20 minutos diarios, ahora mi esposa es la que trabaja lejos y lo conduce más tiempo).

  • Nosotros: ¿Cuánto por el Swift Boosterjet automático?
  • Vendedor: “$280,000.00”.
  • Nosotros: ¿Qué beneficios hay comprarlo aquí en el Test Drive contra lo que me ofreces en la agencia?
  • Vendedor: Placas, tenencia y refrendo gratis ($3,600.00), comisión por apertura gratis ($5,500.00) y tasa del 9.99%
  • ¿Cuánto me das por nuestro Spark? Nosotros hemos visto Sparks como el nuestro en unos $100,000.00. Sabíamos que la agencia no iba a pagar eso.
  • Vendedor: $83,000.00 (más el costo de lo que nos estaban regalando, impuestos y comisión del crédito, recibíamos $92,100.00)
  • Nosotros: ¿Tienes en existencia Azul?
  • Vendedor: Si. Me los separan con $2,000.00.
  • Nosotros: ¿Y si no nos autorizan el crédito?
  • Vendedor: Llenen la solicitud y en unos minutos les decimos.

La llenamos en ese momento, fuimos a comer (tenían un food truck para los asistentes del evento).

A los minutos regresó el vendedor: nos autorizaron el crédito.

Todo esto fue el sábado 30 de septiembre del presente año, enviamos toda la papelería, firmamos, etc. Entregamos el Spark 2013 con recién cumplidos los 98 mil kilómetros el jueves 5 de octubre, y el sábado 7 de octubre nos entregaron nuestro Swift Boosterjet 2018 color gris acero (si, no había azul en existencia, así que nos dieron uno gris, pero, nos dieron los primeros tres mantenimientos gratis con un valor de $4,900.00 pesos, sumados estos, podríamos decir que por el Spark nos dieron $97,000.00, solo perdimos $3,000.00).

Gracias

Mandamos esta reseña al equipo de alvolante.info porque fue gracias a esta página, que nosotros pusimos como prioridad el equipo de seguridad a la hora de buscar un coche. Estamos agradecidos con la misión de este medio de comunicación de ser objetivos e imparciales. Quizá, si no hubiésemos leído los artículos y las reseñas que aquí se publican, hubiésemos comprado un Aveo, sin bolsas de aire ni frenos ABS.

También es importante mencionar a aquellos foristas, los cuales hacen sus aportaciones de manera justa, en cuanto a las experiencias que han tenido.

Esta fue nuestra experiencia, el objetivo de este escrito es solo sumar a la comunidad en general, y ser de referencia a aquellos que están en busca de comprar un coche y puedan tomar la mejor decisión. En la Biblia está escrito que el pueblo murió por ignorancia; creo que es importante que nos informemos antes de tomar una decisión que involucra mucho esfuerzo y por consiguiente, de dinero.

Equipo de alvolante, gracias por abrir y mantener este espacio donde puede fluir información veraz de la industria automotriz, nos gustaría seguir encontrándonos con lugares como este, con juicios justos; no para menospreciar  a una marca, y tampoco para ensalzar al mejor postor, sino para hablar verdad de cada uno de los productos de los fabricantes.

En cuanto al Swift, déjenme manejarlo un poco más (yo solo lo manejo 20 minutos diarios, ahora mi esposa es la que trabaja lejos y lo conduce más tiempo).

(*) Al Volante dio entrada a esta colaboración especial de un forista que nos solicitó dar su testimonio sobre el auto que adquirió. El texto, las fotos y los pies de foto, son del autor del artículo, al igual que sus comentarios.

 

 

 

 

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