A prueba el i10 de Dodge; el Atos se va

Estamos manejando el i10 de Dodge que no es otro que la sustitución del Atos que se deja de producir en la planta de Hyundai en Corea del Sur, desde donde nos llega. Es un pequeñín ágil, fácil de estacionar. Y por ser la versión GTS Premium (siempre mandan a la prensa los mejores), nos permite una dirección suave electro-asistida. Tiene un motor 1.1 Lts con un sólo árbol de levas a la cabeza con 66 HP pero con 73 libras pie de torque. La versión que manejamos es de $149,900.

Es una unidad pequeña pero práctica para estacionar (Foto Al Volante).

Iremos vaciando aquí nuestros comentarios día a día. De lo que vayamos descubriendo de la unidad para todos ustedes.

Vale aclarar que los directivos de Chrysler de México han dicho a Al Volante que el modelo Atos, como se conoce en México, se ha dejado de producir en la planta Hyundai Motors de Corea del Sur. Por tanto, se puede decir que este modelo Atos no se venderá más en el país y que este i10 es el sustituto de aquel.

Día 1

Lo conducimos por primera vez luego de la prueba de manejo en Guadalajara. Lo que nos prejuzga es el hecho si a la altura de la ciudad –y más arriba en Naucalpan que alcanza los 2,500 msnm (metros sobre el nivel del mar)– responderá igual.

Recuerden que en estos autos de 66 HP hay que apretar el acelerador. Sólo así responde. Es un auto de 880 kilos. Quiere decir que cada caballo de fuerza carga con 13.3 kilos de la unidad (el Renault Clio Sport lo hace con sólo 8.2 pero tiene 140 HP).

Un frente francamente muy surcoreano. ¿Bueno? ¿Malo? Juzgue (Foto Al Volante).

El auto se mueve. La dirección es suave, electro-asistida, los cinco cambios manuales son suaves también, pero no tan flojos como en el Renault Sandero por ejemplo (en el que la palanca tiene demasiado juego para nuestro gusto). La viga trasera no puede negar la fatalidad de los brincos, ni modo. El diseño del vehículo no permite meterle más, además de su misma concepción económica.

A Ágata, muchacha de 17 años, no le gusta para nada el sistema de audio, partiendo desde la consolita de controles con unos brillantes colores azul prendido. No es fácil de manipular el radio. Cosa de irle entendiendo, le decimos. Pero no, no le gusta. Por eso dotan al sistema con un control remoto para facilitar las cosas, seguramente. Ya puesto el disco que acabamos de comprar vemos que sólo trae bocinas adelante pero atrás, nada. No está mal, pero por el precio debería estar much’ísimo mejor cubierto este aspecto.

Carátula del radio desprendible, indicadores de a/a, bloqueador aire exterior y desempeñador trasero (Foto Al Volante).

El coche para manejo citadino está bien. Se mueve mejor que un Spark, asegura Ernesto quien ya ha estado a bordo de aquel. Dice que la falta de potencia se siente desde el arranque. Pero este no canta mal las rancheras, también sufre para llegar a las 2,500 rpm que es cuando el motor comienza a reaccionar y a hacer lo suyo. Y eso que no es turbo que también requiere llegar a cierto régimen.

La parte posterior es amplia. Una banca algo ruda que lo carga a uno pero no para viajes largos. Para ello habrá que llevar una colchoneta de repuesto.

Mire que el auto «es lindo» por fuera. Ha mejorado contra aquella cosa llamada Atos (perdón, no puedo evitar decirlo).

Los vidrios son eléctricos. No hay i10 con transmisión automática porque el coche no caminaría. Tiene luz antiniebla con dos pequeños faros abajo del frente. Estos se activan desde que usted enciende los cuartos. La iluminación es suficiente y las luces largas potentes.

La luz interior también es noble cuando se trata de ver algo adentro del vehículo de noche.

Espejos repegables (Fotos Al Volante).

Cabe en cualquier parte.

A continuación el equipamiento. A la izquierda la versión básica y a la derecha la más equipada.

Dirección Manual Manual Electro-Asistida
Motor 1.1L SOHC 1.1L SOHC 1.1L SOHC
Peso bruto vehicular 1,370 kg 1,370 kg 1,370 kg
Peso vehicular 880 kg 880 kg 880 kg
Potencia 66 cf @ 5,500 rpm 66 cf @ 5,500 rpm 66 cf @ 5,500 rpm
Suspensión delantera/trasera McPherson/Semi-independiente con eje de torsión McPherson/Semi-independiente con eje de torsión McPherson/Semi-independiente con eje de torsión
Tanque de combustible 35 lts 35 lts 35 lts
Torque 73 Lb-pie @ 2,800 rpm 73 Lb-pie @ 2,800 rpm 73 Lb-pie @ 2,800 rpm
Tracción Delantera Delantera Delantera
Transmisión Manual 5 velocidades Manual 5 velocidades Manual 5 velocidades
 

(Gráfica tomada del sitio oficial dodge.com.mx de la marca).

Día 2

A mover el cochecito en tráfico. Difícil la sintonización del radio. Hay que tomar el controlito remoto para mover estaciones. La luz azul fuerte en tablero que únicamente marca consumo de gasolina, parece desapercibido sin fijar la vista. Quizá para no molestar de día. Repito, hay que apretar el acelerador para que reaccione luego de las 2,500 a 3,000 vueltas del motor (rpm). La impresión que tengo de los autos pequeñines es que siempre dan ganas de traerlos a «full», un manejo rápido y ágil si uno se lo propone. Claro, hay que hacerlo con todas las precaucines que impone circular entre 3.5 millones de unidades que tiene la Ciudad de México y la zona conurbada del Estado de México. El auto sufre con los baches, sobre todo en la parte trasera que recibe el mayor castigo.

Los círculos azul claro son los sensores de reversa. Un punto a favor (Foto Al Volante).

Aquí copio algo del equipamiento. Los puntos de la izquierda es del modelo básico, los puntos de enmedio marcan lo que trae el semi-equipado y a la derecha el totalmente equipado, que es el que estamos manejando.

Cabeceras traseras con ajuste de altura    
Cabina reforzada contra impactos
Cinturones de seguridad para todos los pasajeros
Inmovilizador de motor
Seguros con apertura a control remoto    
Seguros eléctricos centralizados    
Seguros eléctricos centralizados (*Incorporación Tardía)  
Seguros para niños en puertas traseras
Sistema de asistencia trasera de estacionamiento    
Sistema de frenos con discos ventilados delanteros, traseros tambor
 

(Datos tomados de la página oficial de la marca www.dodge.com.mx )

Los frenos son de disco ventilado adelante (guau) mientras atrás trae tamborcitos. Estamos conscientes que los préstamos a la prensa dejan los autos a veces algo desgastados de la parte de frenos. Quizá por eso los sentimos un poco castigados. Hay que apretar fuerte para que frene la unidad.

La unidad equipada viene con quemacocos de una sola apertura (Foto Al Volante).

El auto se abre con un control de un sólo toque. Uno para abrir, otro para cerrar las cinco puertas (cuatro de pasajeros y la trasera para equipaje).

La versión equipada tiene seguros eléctricos de puertas pero manualmente hay que cerrar la del conductor para que las otras se activen. En tanto, en la defensa trasera existen dos sensores que hacen un zumbido en la cabina para avisar en caso de acercarse a otro objeto. Este es un apoyo cuando se aplica la velocidad de reversa para evitar golpear a otros vehículos cuando se está estacionando el vehículo.

El tanque se gasolina es de 35 litros y al segundo día llevamos recorridos 99 kilómetros con una leve baja del indicador de consumo de gasolina. Un cuarto de la raya de medición del tanque lleno.

La versión básica GL tiene un precio de $112,900 al día 30 de agosto de 2011. El intermedio es el GL A/A con aire acondicionado que cuesta $127,900 y el equipado que estamos probando de $149,900 que trae quemacocos y que tiene rines de 14 pulgadas, sensor de reversa, aire acondicionado y faros antiniebla.

El volante mantiene el distintivo Hyundai. No niega la cruz de su parroquia (Foto Al Volante).

Día 3

El i10 tiene un monitor en el tablero que nos muestra el momento en que hay que hacer los cambios. Así, si usted va en segunda velocidad y la alarga, el monitor pone el número 3 para que usted cambie de velocidad. Claro que, en caso de pendientes, usted deberá hacer caso omiso del indicador ya que no debe poner una velocidad superior porque entonces el vehículo no subirá.

Este aditamento es de mucha utilidad para el rendimiento de combustible. Es constante escuchar o leer a automovilistas que se quejan de que sus autos no les da el rendimiento indicado en el manual o en la ficha técnica. Pero traen el auto muy acelerados.

Es el caso del i10. Con un motor tan pequeño, es importante traer las revoluciones por minuto arriba de las 2,500 ó 3,000 porque más abajo el auto no responde adecuadamente, salvo que sea la primera velocidad.

Repito que es un cochecito que se mueve bien por la ciudad, pero no hay que aflojar el paso, la aceleración. Debo reconocer desde ahora que no espero el consumo de combustible al que puede acostumbrarse un conductor más moderado que yo. Para ir rápido hay que traerlo en tercera y cuarta constantemente. Y a veces en segunda para empujar en ascensos.

Estos tres días nos han permitido hacernos al coche. Eso quiere decir que le sabemos sus trucos, le sabemos sus detalles, sus fuerzas y debilidades. Entonces, como dijera Senna, actuaremos en consecuencia sacándole al auto todo lo mejor que tenga (aunque no sea mucho).

En un auto pequeño siempre tenemos más la sensación de la velocidad, por lo que manejar un chiquito se vuelve todo un deleite si sabemos «filosofar» con el coche.

Al lado del velocímetro está el indicador de velocidades (Foto Al Volante).

Y sí, hasta un MB se sintió incómodo cuando lo rebasamos (porque iba algo lento, claro), pero nunca esperó que un i10 le pudiera tomar la delantera. Claro, se sintió tanto el propietario que me echó las luces largas y no tardó ni tres segundos en volverme a rebasar. ¡Hay cada enfermo manejando autos de super lujo!

El indicador que está junto al círculo del velocimetro, de distingue en color azul obscuro. No es fácil de apreciar para quienes no tenemos tan buena vista. Pero ahí está.

Si usted se quiere dar un ratito de esparcimiento manejando tipo Italia, lo puede hacer con el i10, pero hay que saberlo hacer.

Día 4

Día de velocidad. Estamos en la carretera Santiago Tianguistenco-La Marquesa. Aquí probamos frenos y agarre en curvas. Ascenso y luego descenso.

El auto está balanceado para lo que fue hecho, esto es, no es un auto de gran velocidad pero cumple. La barra trasera de la suspensión nos hace entender que tendremos que tener cuidado en que el coche no se nos vaya de atrás. O se puede ir de adelante. Pero es necesario hacer estas pruebas para entender qué pasa primero. Es la parte de atrás la que se puede perder.

La prueba de frenaje de 100 a 0 nos aleja de toda posibilidad de frenarlo antes de 40 metros. El auto no cuenta con el sistema de antibloqueo de frenos, ABS. No esperemos mucho de esto. Sin embargo, gracias a sus pequeños discos ventilados adelante, el coche no sufre como en el Atos.

Atrás son tambores y pues también estamos limitados porque por el precio base de $112 mil las empresas no quieren ofertar discos. Pero la verisón equipada, la que traemos, sí merece sus disquitos atrás. Pero no.

Día 5

Lavamos y llenamos tanque para entregar el vehículo. Pero no vinieron por él. Allí está.

Conclusión

La conclusión es que es un auto pequeño de prestaciones y potencia limitadas. Pero cumple si se piensa en un auto citadino (odio mencionarlo como un City car, ¡qué forma de destruir el lenguaje caray). Me gustó la versión equipada. Muchos van a decir que con ese dinero $150 mil, se compran un vehículo mejor. Sí. Pero el i10 sin prejuicios te lleva y te trae, ahorras gasolina, no ocupas espacio y es divertido si se quiere ver de buena manera. Sí, spí, hay que ponerle sus ABS, claro.

Algo más

Les debía el consumo de combustible. Cargamos el tanque de 35 litros. Hemos recorrido con un sólo tanque 389 kilómetros. El consumo ha sido de 11.11 kilómetros por litro. ¿Por qué? Porque el auto es nuevo, porque estamos a la altura de la Ciudad de México, porque –para que nos responda– tenemos que apretar acelerador. No sabemos lo que pasará al año de uso en estas condiciones. Pero el auto nos satisfizo hasta que se acabó el tanque y cuando rellenamos con Magna Sin, nos dimos cuenta que nos habían puesto Premium, por eso jalaba como jalaba. Ahora entendamos que si compran un i10 póngale Premium para que jale mejor. No dañará el motor. Sólo podrán manejar mejor en cuestión de potencia del vehículo y contaminarán menos. Amén.

(Este artículo fue actualizado día a día durante seis o siete días. Tomen en cuenta esto si leyeron sólo parcialidades).

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