¿Gasolina por los cielos? ¡A usar menos el automóvil!

Miguel De la Madrid Hurtado, presidente de México en 1982, comprometió la soberanía «adelgazando»a Pemex. El año entrante se cumplen 30 años de desmantelar a Petróleos Mexicanos y dejarla sin el poder que tenía en el mundo: Una de las 10 empresas más grandes del mundo. Ahora importamos cada vez más gasolina porque no somos autosuficientes. La nueva refinería nunca llegó y el precio del carburante, por los cielos. Es tiempo de usar menos el automóvil.

El Estado subsidia el precio con un costo de $400 mil millones de pesos en cuatro años (Foto Al Volante).

De acuerdo a los lineamientos del Fondo Monetario Internacional, desde 1982 México aceptó el adelgazamiento de las empresas públicas y paraestatales como Pemex. El resultado de ese proceso que cumplirá en 2012 sus 30 años de aplicación, ha sido el debilitamiento gradual de la actividad de Petróleos Mexicanos, sin que la parte de la corrupción haya sido tocada en su escencia. El sindicato petrolero sigue controlado por Carlos Romero Dechamps, el líder más corrupto que hay en México hoy en día.

A contrapelo, el Estado ha iniciado desde entonces un proceso de subsidiar lo menos posible al precio de la gasolina sin ampliar la base de producción sino al contrario, acotando su elaboración e incrementando su importación en beneficio de las grandes petroleras de Estados Unidos.

En su momento, Felipe Calderón prometió la construcción de no una sino varias refinerías a fin de ser autosuficientes en la producción de gasolina. Ello no se cumplió. El maquillaje a esa promesa no cumplida fue un «remozamiento» de una de las plantas ubicadas en Veracruz, pero una nueva nunca llegó.

El Estado subsidia al precio de la gasolina no obstante que optó por ir incrementando al mes el precio del carburante. El subsidio llega a $400 mil millones de pesos en los últimos cuatro años.

Y como el plan neoliberal de seguir privatizando Pemex va a continuar, en franca violación de la Constitución de la República, las empresas multinacionales, sobre todo españolas, seguirán siendo las grandes ganonas de la explotación del petróleo en México y los consumidores de gasolina y sus automóviles, deberán pagar cada vez un precio mayor por el litro de carburante.

Ante este escenario, Al Volante propone a los automovilistas de México:

1. Adquiera vehículos automotores de baja cilindrada (1.4 litros o 1.6 litros de preferencia). De nueva tecnología consistente en apertura variable de válvulas, de 16 válvulas) y de transmisión manual.

2. Compre un auto que no sea de gran tamaño. Que su peso sea menor a 1,000 kilogramos de peso bruto vehicular.

3. Utilice el automóvil en menor medida. Si realiza viajes cortos al Centro de la ciudad use el Metro o el Metrobus.

4. Cómprese una bicicleta o motoneta para los viajes cortos.

5. No llene al tope el tanque de gasolina. Si puede y las condiciones de cercanía de una gasolinera lo permiten, ponga sólo la mitad del tanque. Disminuirá el peso del vehículo, consumirá menos gasolina y contaminará menos.

6. Aunque el auto circule todos los días, propóngase no utilizarlo una o dos veces a la semana.

Si ha decidido mejor no comprar auto, es una excelente noticia.

La crisis de Estados Unidos se agravará y es probable que a mediano plazo, un año, comencemos a tener problemas con el abastecimiento de gasolina. Piense.

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