Gana Loeb Rally México; otra pedrada ¿Qué nos pasa?

El francés Sebastien Loeb, a bordo de su Citroen C-4, se adjudicó hoy el Rally México, tercera fecha del Mundial de la especialidad al vencer por más de un minuto al australiano Chris Atkinson, en Subaru Impreza, y en tercero el finlandés Jani-Matti Latvala, en Ford RS. En cuarto entró el otro finlandés Mikko Hirvonen (Ford Focus) quien no obstante su cuarto lugar sigue siendo el líder del campeonato con 21 puntos seguido de Loeb con 20.

Otra vez, la actitud provocadora, sin educación, de un desaficionado, empañó el rally mexicano al arrojar una piedra sobre el auto del inglés Mathew Wilson, aunque afortunadamente sin consecuencias para el piloto.

Gana Sebastien Loeb el rally mexicano… pero hay piedras en el camino.

Es loable pero no suficiente el esfuerzo de los organizadores. Hoy tuvo que ser suspendida una de las etapas de la última sección del rally porque había demasiados aficionados en ese lugar. Ayer un camión se atascó en el camino y no fue sino minutos antes de la prueba cronometrada que pudo ser movido.

Al piloto mexicano Benito Guerra le pusieron literalmente piedras en el camino para provocarle rotura de llantas o que perdiera el control del vehículo. Afortunadamente nada de esto pasó.

¿Quién o quiénes están bloqueando la realización del Rally México? ¿Qué nos pasa con esa actitud de aventar una piedra a un auto competidor sin saber lo que se puede ocasionar?

Un proyectil como una piedra de 400 gramos puede ocasionar una fatalidad porque el proyectil al impactarse contra el auto o el cristal, como fue el caso de Wilson, aumenta desproporcionadamente su peso convirtiéndose en más de 80 kilos sobre la superficie donde se estrella. De pasar el proyectil el cristal, y romperlo por supuesto, puede ocasionar la muerte del piloto aún llevando el casco protector puesto. De veras que ese desaficionado no ha tenido ni idea de lo que hizo. ‘Dónde están las cámaras? ¿Dónde está la investigación?

¿Qué tienen que hacer los organizadores? Ni modo, ante una afición inculta –no todos claro– deben extremar las medidas de seguridad como incrementar sensiblemente la colocación de observadores en puntos clave.