F1.– Andretti pone énfasis sobre crisis del máximo circo

Por Gabriel Covelli y César Roy Ocotla

Mario Andretti, ex-campeón de Fórmula Uno en 1978, y figura clave del automovilismo estadunidense, habla en relación al Gran Premio de Austin este fin de semana y de la crisis que comienza a hacer estragos en el máximo circo a raíz de que no correrán ni Marussia ni Caterham.

F1 Mario Andretti

Mario Andretti reflexiona sobre lo que se ha convertido la Fórmula Uno (Foto agencias).

Dice Mario Andretti a Autoweek de esta semana:  «La F1 no ha tenido un liderazgo coherente, mientras Ecclestone, que cumple este martes 84 años de edad, ha luchado contra acusaciones de soborno en los tribunales de Londres y Munich el año pasado (…) Ahora, en un contexto de crecientes costos, pagos desiguales a los equipos, la caída de las multitudes y las audiencias de televisión, así como la disminución de patrocinios y hay un acuerdo sobre limitación de los costos, el deporte ha llegado al punto de no tener regreso para las soluciones«.

El contexto de hoy en la Fórmula Uno es que este fin de semana se correrá el Gran Premio de Austin, carrera arreglada por el mexicano Gustavo Hellmud Jr. y quien, con una patada atrás, fue alejado por los texanos para negociar directamente con Bernie. Pero Marussia y Caterham no estarán en la parrilla de salida que sólo será de 18 autos.

Habrá que ver de aquí al sábado cómo reaccionan los estadunidenses ante este hecho, ya que la Fórmula Uno no es del total gusto de toda la afición al automovilismo en ese país, donde adoran el espectáculo de payasos Nascar y su inolvidable Fórmula Indy y luego Car, con sus 500 Millas de Indianápolis, pruebas que por cierto Mario Andretti corrió de todas y de todo.

Atrás queda el Pacto de la Concordia, firmado en 1980 por organizadores y constructores para hacer un deporte equilibrado en todos setnidos. Lo que este documento buscaba era que no se incrementaran los costos en los equipos, a fin de hacerlo viable para todos.

Pero la FIA cedió ante el modo de hacer negocios del viejo Bernie Ecclestone y el Pacto de la Concordia, en París, sucumbió  y los equipos pobres no le interesaron al multimillonario, haciendo un grupo estratégico de los cinco más importantes equipos que gastan mucho en el máximo circo. Así han funcionado en los últimos años, llevando a los equipos chicos a tronar, como es el caso de Marussia y Caterham.

No es el caso único de esas pequeñas escuderías. Equipos como Force India, Sauber y Lotus, también esperan los cheques de los patrocinadores para pagar la nómina de los pilotos. Habrá que ver cómo reacciona Force India con los pagos no muy puntuales de Telmex para con Sergio Pérez y su estadía en 2015 para un Gran Premio de México que promete mucho.

Ecclestone quiere un tercer auto de los equipos grandes como son Mercedes, Ferrari, McLaren, Williams y Red Bull, principalmente, y que ese tercer auto se lo renten a los equipos pobres.

Todo se remite a lo mismo, avidez estúpida de ganar dinero sobre dinero. Ganan mucho esas pocas personas y quieren ganar más.  Así acaban con el circo porque la cobertura televisiva ha disminuido a nivel mundial, siempre ganan los mismos y los costos aumentan y aumentan, enriqueciendo a bolsas millonarias como las de este señor que hoy cumple 84 años.

Se acordará usted, además, de aquel siniestro personaje Max Mosley, que no pudo con el poderío de Ecclestone y mejor se unió a él. El nazi a quien se le encontró con prostitutas, quería que la F1 se mantuviera con presupuestos limitados, pero no le hicieron caso. Por cierto el video donde sale un Mosley vestido de nazi dio la vuelta al mundo y con eso lo quemaron. McLaren fue el que dio bandera verde a ese documento (acordarse de Ron Dennis y Flavio Briatore).

 

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