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Como lo preveíamos aquí desde enero, la Casa Blanca por fin expresa su preocupación sobre las negociaciones de alianza estratégica entre la norteamericana Chrysler LLC y la italiana FIAT SpA. «No tenemos una certeza sobre esas negociaciones» dijo Robert Gibbs, vocero de la Casa Blanca a Automotive News el día de hoy.
Cuando el Consejo Automotriz de la Casa Blanca, a cargo de Lawrence Summers, llamo en enero a Chrysler y a GM para que dieran a conocer planes viables para su supervivencia, Chrysler llegó con as bajo la manga que ahora se demuestra que no era sino una tercia de copas. Dijo la firma automotriz que preside Robert Nardelli que ya estaban en negociaciones con FIAT para una alianza estratégica.
Luego, en marzo, los ejecutivos de la armadora norteamericana manifestaron que en cuestión de días iban a dar a conocer los detalles de dicha alianza con la italiana. Para dar un efecto visual efectivo ante un escéptico Consejo Automotriz de la Casa Blanca, estuvo en Detroit por tres veces el presidente de FIAT, Sergio Marchionne, quien apenas abrió la boca.
De hecho FIAT en Italia no emitió comunicados sobre esta posible alianza con Chrysler. Fue un bien montado movimiento medíatico y político para lograr más dinero del Departamento del Tesoro por parte de la automotriz norteamericana.
Lawrence Summers, asesor económico del presidente de Estados Unidos Barack Obama y presidente del Consejo Automotriz de la Casa Blanca, dijo el domingo pasado en el programa Fox News Sunday citado esta semana por Reuters: «Seis u ocho semanas atrás no se hallaban estadísticas positivas en ningún sitio. Se sentía que la economía caía en picada». Y confió en que las negociaciones entre Chrysler y FIAT SpA funcionen, para luego declarar: «Seguiremos muy de cerca estas negociaciones». Fue el primer aviso del esceptisismo oficial ante las mentiras de Chrysler.
La nota de ayer emitida por las agencias internacionales de noticia, en el sentido que el Tesoro norteamericano evaluará futuros préstamos a Chrysler, es clara. Ya hay dudas en el equipo de Summers sobre las ayudas a una negociación que no es certera.
Summers espera al 30 de abril que Chrysler dé visos claros sobre su negociación con FIAT.
La italiana ha manifestado por conducto de Marchionne en Detroit que esperan una negociación primero de Chrysler con el sindicato UAW a la que la empresa paga enormes dividendos por pensiones bien ganadas por los trabajadores que dieron su vida en la compañía. Pero FIAT dice que no puede cargar con esa responsabilidad si se hiciera de acciones de Chrysler. En el argot de los negocios a esto se le llama «darle largas al asunto».
FIAT tampoco está bien económicamente. Sus ventas en general han bajado en Europa. Debe $8,000 millones de euros. Se comenta que hasta el presidente Berlusconi, ligado con la mafia, tiene acciones en la firma. Hay que recordar la pésima y frustrada alianza que iba a existir entre la italiana y General Motors donde esta tuvo que pagarle al abogado Marchionne hasta $20 millones de dólares de indemnización. La imagen de FIAT no es la mejor a nivel mundial como para una negociación.
La pregunta es: ¿Cómo llegó Chrysler hasta FIAT para una alianza? ¿Nadie, ni Peugeot ni otra, le aceptó lo que en términos de las economías mixtas como la china se denomina una coinversión?
