Exigencias de la UAW ponen en riesgo inversiones en México

Las exigencias de la United Auto Workers de Estados Unidos (UAW) en su nuevo contrato por ratificarse esta semana con General Motors Corporation, representan un serio riesgo para la inversión automotriz norteamericana en México.

SAAB 9-3 2008

La producción del SAAB ¿depende de la UAW? (el modelo 9-3 2008 será presentado próximamente en México).

Una de las cláusulas del nuevo contrato dice que la General Motors deberá producir en 16 plantas de Estados Unidos –no norteamericanas que en este caso hablarían de América del Norte con Canadá y México incluidos– 16 nuevos vehículos.

Lo anterior significa que General Motors debe dar prioridad por sobre todas las cosas a la producción automotriz en suelo estadounidense.

Pero la pregunta es: ¿Ha dejado de ser atractiva para General Motors la mano de obra mexicana y sus bajoa costos?

Si las demandas de los obreros de GM en Estados Unidos han disminuido con una percepción salarial de $28 a $14 dólares la hora, y GM se quita de encima el costo laboral por gastos médicos al crear un fondo para el retiro también financiado por los propios trabajadores, resta por saber si tiene sentido invertir en México, su principal socio en América del Norte.

Aunque la corporación que preside Richard Wagoner ya anunció inversiones en México –la más reciente de $650 millones de dólares para levantar una nueva planta en el estado de San Luis Potosí–, las exigencias del radical y poderoso sindicato UAW podrían inhibir el flujo de capitales hacia nuestro país, si la percepción costo-beneficio cambia para los directivos de GM

A nuestro entender, desde luego que México sigue siendo atractivo para los capitales de la GM porque el margen de utilidad sigue siendo alto, los sueldos de los trabajadores mexicanos siguen siendo bajos al igual que las prestaciones y la calidad es superior en muchos casos a la de las plantas norteamericanas. Dicho esto último por ellos, no por nosotros.

Lo igualmente peligroso representa que, Ford y Chrysler que son las próximas empresas a firmar nuevo contrato con la UAW en unas semanas más–, hagan lo mismo para con sus planes de expansión en México. Esto es, detenerlos ante las presiones sindicales.

Aquí hay que prender los focos rojos en el desarrollo de la industria automotriz que, para el nuevo gobierno panista, es prioridad sobre otros sectores. Pero la noticia ni siquiera es seguida por los funcionarios de la Secretaría de Economía.

Una cancelación de nuevos proyectos le significará a México una baja fuerte en las inversiones extranjeras directas, toda vez que Estados Unidos es el país que mayor cantidad de capitales inyecta a la economía nacional. Y la industria automotriz juega un rol principal en este sentido. pues su estrategia está agarrada hasta el tope de las tres compañías de ese país como son GM, Ford y Chrysler.

La enemiga de México parece ser la UAW. No sólo presiona a General Motors, y en unos días más a Chrysler y a Ford para que mantengan una fuente de empleo segura que para GM representa a 74,000 trabajadores, 60,000 para Ford y menos de 50,000 para Chrysler, sino que pone amarres en el nuevo contrato laboral para que los nuevos vehículos de las compañías se ensamblen en Estados Unidos.

Hasta antes de la primera aceptación de la UAW sobre las propuestas de GM, se informó en Alemania que SAAB (la fábrica sueca de automóviles propiedad de la firma norteamericana) y GM habían decidido producir en Ramos Arizpe, Coahuila, el modelo utilitario 9-4 X.

Luego de la ratificación que deberá darse por parte de los delegados de la UAW esta semana o a más tardar la próxima, habrá que ver la decisión de la compañía sobre armar el vehículo sueco en territorio mexicano.

Los puntos sustantivos del nuevo contrato UAW-GM especifican el tipo de nuevos modelos que se producirán en cada planta.

Por ejemplo, y de acuerdo a informaciones emanadas en Automotive News, el Comité de Inversiones de General Motors ha dado a conocer a la United Auto Workers la lista de nuevos modelos.

Los nuevos códigos de producción son Alpha, Delta y Gamma.

Alpha se refiere a vehículos pequeños –medianos para México– que nuevamente regresarían a la Unión Americana. La planta en Lordstown, en Ohio, será la responsable de la nueva producción con la novedad que serán automóviles con tracción trasera.

Dos nuevas plataformas de la versión Gamma se preparan en General Motors para 2011 con el fin de competir, por ejemplo, contra los BMW básicos (series 1 y 3).

La planta de GM en Arlington, Texas, se prepara para los nuevos cambios que tendrá la serie GM Trucks 900 en 2013, lo mismo que en Detroit Hamtramck con modificaciones en el Buick Lucerne y el Cadillac DTS que para 2010 estarán listos.

¿Qué dice el gobierno mexicano de este tema?

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