Efecto Trump, Brexit y Colombia: A prueba el Establishment

Analistas mexicanos consultados por Al Volante para opinar sobre las posibilidades del presidente Donald Trump de derogar el TCLAN, piden que periodistas y lectores no se pierdan en el fondo del Efecto Trump. Y lo ligan a la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (Brexit) y el Efecto Colombia en que la sociedad dijo no a un Acuerdo de Paz con la guerrilla luego de 52 años de hostilidades. Lo que está a prueba, dicen, es el Establishment, el mandato del Grupo Dominante en un país o en regiones globalizadas.

BMW Planta Spartanburg

La industria automovilística en plena transformación hoy en día (Foto de archivo).

¿Por qué votó la gente por Trump?

En las recientes elecciones en Estados Unidos el voto popular se inclinó más hacia Hillary Clinton, mientras que el voto representativo lo hizo a favor de Donald Trump y este ganó. ¿Cómo está eso? Pues así funciona la democracia en el país. El todavía presidente Barack Obama ha salido a decir que aún la democracia se puede equivocar. Pero el fondo del asunto es que los electores ya no aceptan el discurso tradicional de las promesas y los engaños. La gente votó por Trump porque este supo utilizar el escándalo a través de los medios para allegarse electores y estos le han dado el voto de la credibilidad. Votar por un empresario en vez de un político, es poner en juego al Establishment, al grupo dominante tradicional manejado por republicanos y demócratas y empresarios. Usaron una tercera opción: Trump.

Revisión del TLCAN o el Efecto Trump

En la industria automotriz, Trump ha dicho que revisará el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) porque ha afectado a millones de empleos en su país. Desde hace años atrás, la Unión de Trabajadores de esa industria, UAW, ha pugnado porque en México se paguen mejores sueldos para que la mano de obra deje de ser un atractivo para las empresas que vienen a invertir a México. Pero lo que las empresas no quieren es que se termine con el comercio internacional, sustento de la globalización de regiones. Y con sus privilegios.

Y en ese tenor de análisis nos encontramos cuando a los investigadores consultados (que no dan su nombre para hablar con toda la verdad que les impiden decir los directivos de la empresa en la que trabajan), les parece que Donald Trump va a revisar el TLCAN a favor de su pueblo, de los millones de desempleados que hay. En pocas palabras, pone a revisión el Establishment; cuestiona al grupo dominante formado por políticos y grandes empresarios que hacen a la gran industria en ese país, como la automotriz.

Audi planta Alemania inversiones

¿Una total robotización sin mano de obra humana?

Ellos, los grupos en el poder, esperan que Donald Trump no rompa con las reglas establecidas y que la revisión del convenio mercantil con México y Canadá les permita seguir haciendo negocios.

La tarea en México sobre el TLCAN

«Lo que el gobierno mexicano debiera hacer en estos momentos es pagar a los analistas, a los negociadores cabilderos del Congreso estadunidense para que les enteren en qué consiste el Plan de Trump sobre el TLCAN. Si se adelantan a saber qué va a hacer el mandatario, podrán montar los escenarios más posibles», dicen los consultados por Al Volante.

«Pero aún conociendo lo que hará el presidente de EEUU, deberán tener en México cuatro escenarios posibles. El primero es que se negocie el TLCAN y México con Canadá no salga tan «raspados». El segundo es que el TLCAN renegociado frene el desarrollo del país y entonces hay que tomar medidas. El tercero es que a México le queden pocos privilegios para seguir aprovechando el acuerdo y tenga que mirar hacia otros mercados y fortalecer su economía y su mercado propio. Y el cuarto, que se derogue el TLCAN y a México le vaya muy mal. Este capítulo nadie lo quiere, pero es real, es palpable, argumentan.

Brexit, dejar de creer en las instituciones

El pueblo, o los votantes en contra de la permanencia de Gran Bretaña en la Unión Europea, se preguntan ¿qué beneficios les han traído que su país esté en una región pactada? No ven claro, no les fue mejor, crece el desempleo, las familias no gozan de mejor economía interna, por eso se manifestaron en contra. No hay esperanzas con la Unión, dicen. Y esta determinación que el grupo en el poder en Inglaterra está cuestionando, tratando de «salvar» para sus intereses el pacto europeo, es otro claro ejemplo de que la gente, el pueblo, está en contra de las reglas establecidas. Se trata de romper con el Establishment o con el grupo dominante (políticos y empresarios).

Vialidad Querétaro

De los congestionamientos viales a un control autónomo auto por auto.

Aquí se corre el riesgo que otros pueblos de la región hagan lo mismo que Gran Bretaña, lo que la cúpula de naciones tratará de evitar a toda costa.

Colombia dice no al Acuerdo de Paz

El fenómeno colombiano es un tanto diferente. Allí se trató de que el expresidente Álvaro Uribe se movilizó para «convencer» a los votantes del «No» al Acuerdo de Paz que firmaron el presidente Santos y la guerrilla, tras 52 años de enfrentamientos, violencia y miles de muertos.

¿Por qué un acuerdo que es querido por todos los que dicen no a la violencia, es atacado por el voto popular manejado por Uribe y sus compinches de la CIA? Por el control que la oligarquía colombiana quiere del país. Pero esas votaciones lo que presentan de fondo son los deseos del pueblo, que ha visto la prueba de que su decisión puede cambiar el destino de un país.

Así que los tres casos del Efecto Trump, el Brexit y el colombiano, están unidos por un deseo de hacer cosas distintas a los que el Establisment desea.

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Adiós a la producción de motores de combustión interna en 10 años.

Al análisis anterior a por qué Trump quiere suprimir o renegociar el TLCAN con México y Canadá, añadamos que en los grandes foros internacionales, hay un escenario posible para el mundo: Que regrese al proteccionismo, el nacionalismo, y dé la espalda al libre comercio y a la llamada globalización.

De la cadena tradicional de producción a la movilidad autónoma

La industria automovilística mundial está gastando miles de millones de dólares en el paso industrial de una cadena tradicional de producción de autos de combustión interna a los autos eléctricos, híbridos y autónomos. Se trata de una revolución que se esperaba para los años 2020 a 2030 pero que ya comenzó. Por eso los grupos importantes anuncian la aplicación de proyectos hacia este tipo de unidades, dejando atrás desde el diesel hasta los motores a gasolina. Dejando atrás las competencias deportivas tradicionales a las nuevas de autos de baterías.

Para los especialistas, este costo pasará por el abandono de la fabricación común de vehículos a procesos más sofisticados que van a dejar a millones de personas en la calle, ante el riesgo de la automatización total, la absorción de nuevas tecnologías más ligadas cada vez a a la electrónica y la computación. Todo cambio genera un costo.

Los nuevos autos serán computadoras rodantes. Pregunta: ¿Qué hará la actual cadena de proveeduría tradicional con sus procesos y productos?

 

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