Vigilará Economía «con lupa» la operación china

Un alto funcionario de la Secretaría de Economía (SE) dijo a alvolante.info que esa dependencia vigilará «con lupa» las operaciones que el Grupo Salinas haga con la First Automotive Works Group, FAW, para vender y fabricar autos en México a fin de cumplirle al consumidor mexicano como se merece.

Sin poder revelar su nombre, el representante de la SE informó que se ha autorizado al empresario Ricardo Salinas Pliego, presidente del Grupo Salinas, para importar las primeras 5,000 unidades chinas provenientes de la fábrica FAW, mismas que se comenzarían a vender desde la cuarta semana de enero.

 FAW autos de lujo

FAW también ensambla autos de lujo en China.

Pero el Banco Azteca, propiedad del millonario ejecutivo mueblero, ha iniciado ya los planes de financiamiento para la adquisición de los autos chinos de la FAW en México.

Salinas Pliego, regiomontano que estudió en el TEC de Monterrey contaduría pública y un postgrado en Estados Unidos sobre administración, ha cumplido con el decreto automotriz que en materia de importación de autos le obliga a pagar un arancel del 50% o bien invertir en una planta en territorio mexicano con la inyección de un mínimo de $100 millones de dólares. Ha preferido lo segundo pero anunciando con bombo y platillo la inversión de $150 millones de dólares en el periodo 2008-2010.

Ricardo Benjamín Salinas, hijo del mueblero Hugo Salinas Price, convenció a la china First Automotive (y no Automobile como aparece en los boletínes de prensa del Grupo Salinas y en casi toda la prensa) Works, FAW, de invertir con él en el proyecto en la planta en Zinapécuaro, población de Michoacán que no cuenta con ninguna infraestructura para el desarrollo de un complejo automotriz.

Todo parece indicar que la FAW se la está jugando con Salinas con el 50% del capital y Ricardo Salinas Pliego está aportando la otra mitad.

Sin embargo, la simple colocación de la primera piedra, acto apadrinado por Felipe de Jesús Calderón y el gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, le hace merecedor de ahorrarse $225 millones de pesos, aproximadamente, por concepto de impuestos en la primera remesa de 5,000 vehículos chinos que están por entrar o ya se encuentran en México.

— ¿La discutida reputación del señor Salinas no les hace dudar que pudiera dejar a la Secretaría de Economía sin aplicar la inversión en la planta que estará lista hasta dentro de tres años y que mientras pudiera importar coches chinos sin pagar arancel?

— De ninguna manera. Nosotros hemos aplicado un cronograma cuy0 cumplimiento de tareas y metas le permitirá al Grupo Salinas ir importando vehículos mediante una cuota de asignación hasta que se produzcan en México. Si el señor no cumple con ese cronograma, no habrá autorización para la importación, a menos que pague el 50% de arancel.

— ¿Quiere decir esto que le irán dosificando la importación de unidades de China si no cumple con la inversión de la planta en Zinapécuaro, la construcción, la contratación de personal, etc.?

— Así, es. Estaremos vigilando con lupa esta operación para que sea un proyecto transparente y de acuerdo a la ley.

Pero curiosamente hace tres meses que la primera remesa de 5,000 autos chinos ya se encontraba embarcada en el puerto de Lázaro Cárdenas lista para recibir la autorización de entrada a territorio nacional.

No se pudo desembarcar la mercancía porque directivos de la industria automotriz delataron a la prensa la presencia de esos coches y el embarque tuvo que partir de nuevo afuera de aguas territoriales mexicanas.

Aquí se maneja la cercanía del gobernador Lázaro Cárdenas –cuya familia esta vinculada a la distribución y venta de automóviles de diversas marcas– con Ricardo Salinas. Dicha amistad permitiría el acceso de los 5,000 autos chinos al país, pero ni Hacienda ni Economía dieron el permiso porque todavía no se anunciaba públicamente la colocación de la primera piedra ni la inversión del Grupo Salinas y la FAW.

Según el entrevistado, la operación para la venta de autos chinos FAW por parte del Grupo Salinas se ha llevado 18 meses atrás como mínimo.

«Ahora mismo Javier Sarro, director de proyecto para el Grupo Salinas, está en China viendo detalles de los modelos de autos que se traerán a México y analizando las características que tendrá cada unidad con la idea de que cumplan con los requisitos del consumidor mexicano», dijo a alvolante.info.

Básicamente se trata de que las unidades de precio accesible no estén tan austeras.

Un reportero de prueba de autos de una revista que estuvo en el autódromo Hermanos Rodríguez hace varias semanas para evaluar uno de los coches chinos presentados, dijo que estas unidades «están verdaderamente horribles, no cuentan con lo mínimo para ser un verdadero coche, las vestiduras son de lo más corriente, los interiores, el tablero. El consumidor se merece algo mejor, creo yo», nos dijo.

Un tanto irritado, el representante gubernamental dijo que no se explicaba por qué tanto alboroto por una operación que cumple con el decreto automotriz a cabalidad.

Se le dijo que se trataba de una operación del señor Ricardo Salinas Pliego, y que habría que estudiar un poco de todo lo que este personaje tiene detrás.

Sólo sonrío y dijo: «Lo vamos a vigilar, de eso no se preocupen».

 

 

 

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