Paran 73,000 trabajadores de UAW a GM en Estados Unidos

Al no garantizar la seguridad para el empleo 73 mil trabajadores de la firma automovilística General Motors Corporation en todo Estados Unidos se fueron al paro hoy a las 11 horas tiempo de Michigan.

73,000 trabajadores de GM paran en Estados Unidos.

73,000 trabajadores de GM paran en Estados Unidos.

Pero este paro no es recurrente como los de 1998 ó1970, pues la UAW sabe que se juega el todo por el todo en defender los derechos laborales en ese país y está llamando a una huelga nacional que, más temprano que tarde, comprometería a otras armadoras de la industria automotriz como Ford y Chrysler con 190,000 afiliados al sindicato, si no se resuelven sus peticiones.

Ron Gettelfinger, líder de los trabajadores de la Union Auto Workers, UAW, el sindicato más poderoso de las manufacturas en la Unión Americana, dijo a «Automotive News» que no estaban dadas las condiciones para continuar con las negociaciones que el viernes pasado fueron maratónicas pero que terminaron en el desacuerdo que los llevó a la huelga en todas las plantas de GM en dicho país.

Esta mañana, en una improvisada rueda de prensa, Gettelfinger explicó que se están exigiendo otras demandas a la firma que preside Rick Wagoner.

Argumentó que se agotaron los elementos de entendimiento con la automotriz principalmente en el punto de que exista una seguridad por parte de la planta de que no habrá más despidos masivos, lo que pone en vilo la seguridad del trabajo para miles de empleados y obreros que le han dado a ganar mucho dinero a la General Motors en más de un siglo que lleva de vida, desde principios del siglo XX.

«Un punto de arreglo es que estamos abiertos a seguir discutiendo nuestras demandas con la empresa y levantar el paro en cuanto lleguemos a acuerdos», dijo el líder sindical.

La UAW ha propuesto la creación de una asociación que vigile y coordine los gastos de salud y bienestar laboral y el empleo voluntario a fin de hacer frente al argumento de GM de que es mucho dinero el que gasta en salud.

Reconoce el líder de la UAW que el paro no es el camino deseado e informa que él no ha participado directamente en negociaciones con Wagoner.

Desde 1998 General Motors de Estados Unidos no había tenido huelga y los trabajadores califican de comprensiva su actitud frente a las desaveniencias financieras de la empresa.

En efecto, y como comentario, GM ha sido la responsable del manejo de sus estrategias equivocadas en cuanto a modelos y diseños para el mercado.

GM ha perdido participación, históricamente alta, en el mercadao de más de 16 millones de unidades anuales de venta. Estados Unidos se ha dirigido hacia la compra de autos más eficientes en el consumo de combustible y de diseños diferentes a lo que tradicionalmente ofrecen las firmas norteamericanas.

El primer aviso de que la percepción del consumidor ya no era grata para este grupo automovilístico lo significó el cierre de la división Oldsmobile como primer paso.

Luego vino la pérdida de la brújula para orientar los productos al gusto de la gente en ese país. Eso le costó miles de millones de dólares en pérdidas en el trayecto de ocho años.

Ahora, el sindicato UAW y la GM se han enfrascado en la revisión de un nuevo diseño de contrato laboral lpara los próximos 10 años, y aquí está el punto más difícil de negociar.

Es cierto que la industria automotriz tradicional formada por las tres grandes de EU, GM, Ford y Chrysler, han devengado una serie de beneficios sociales a sus trabajadores. Pero ese punto siempre ha estado considerado en el precio final de sus autos.

Más que lo representado por el gasto social para las empresas, ha sido el mal tino administrativo el que los tiene en esa posición, pues aunque recortaran este punto, el de las prestaciones y costos de las jubilaciones, el problema persistente es que más y más norteamericanos ya no gustan de los diseños que esta casa, GM, presenta en el mercado.

Ahí estriba el principal problema que padece la armadora, al igual que Ford y un tanto Chrysler que, hay que decirlo, ha sido más agresiva en sus proyectos de nuevos modelos, que el resto.

Aquel paro de 1998 duró 54 días y dañó la producción de componentes de la armadora en Flint, Michigan, con pérdidas de $3,000 millones de dólares.

Otro igual sucedió en 1970, justo en los albores de la crisis energética mundial de 1973 que obligó a la industria a regenerarse y ofrecer vehículos con bajo consumo de combustible.

Como pueden ver la historia se repite pero la industria parece olvidar las crisis cíclicas que la obligan a hacer lo socialmente correcto.

Este problema entre GM y UAW puede desembocar un paro nacional en las tres principales armadoras de la industria automotriz junto con Ford y Chrysler, dañando seriamente a sus proveedores entre ellos cientos de empresas mexicanas o subsidiarias de norteamericanas en México.

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