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En la junta anual con los periodistas de Estados Unidos, Robert Nardelli, presidente de Chrysler LLC, fue claro: «Nosotros tenemos que decirles que la empresa tiene absoluta liquidez para hacerle frente a los retos financieros que vienen para este año 2008», ello ante la serie de análisis donde se ha puesto en cuestionamiento la viabilidad de la firma en el negocio de los automóviles para el mediano plazo.
Por su parte, Jim Press, vicepresidente de mercadotecnia de Chrysler LLC, se refirió a la nueva Reforma Energética aprobada el martes pasado por el Congreso nortamericano que implementará el ahorro de 35 millas por galón en los automóviles para el año 2020, a lo que el ejecutivo se congratuló de esta disposición.
«Apoyamos la política energética del presidente Bush»: Jim Press.
Nardelli ha sido puesto en el banquillo de los acusados porque su nueva estrategia de recortar miles de puestos de trabajo y cerrar plantas industriales en Estados Unidos y Canadá no ha dado los resultados esperados por el buró directivo del Grupo Cerberus al que pertenece Chrysler desde mediados de este año en que la financiera adquirió a Daimler AG las acciones de la firma norteamericana.
Con pérdidas por $1,600 millones de dólares en 2007, Chrysler LLC registró un alto inventario de camionetas pickup en sus patios, las cuales no fueron vendidas por una baja sensible en las ventas de este tipo de unidades, motivado principalmente por la crisis hipotecaria que perjudica el negocio de los bienes raíces en ese país y el alto precio de los combustibles.
Nardelli, tranquilo en apariencia, en un encuentro con los periodistas automotrices de ese país, dijo que la empresa hará frente a los compromisos con el consumidor norteamericano. «Tenemos liquidez y el fuerte apoyo de Cerberus para una estabilidad en nuestras actividades el año entrante», aseguró a los medios.
Pero el primer trimestre del año 2008 será crucial para demostrar si lo que dice Nardelli es viable. Hay dudas, por supuesto, ante una recesión ya declarada en los Estados Unidos.
