Autoshow de Detroit y su compromiso social

La noticia de la cancelación del programa de producción de nuevos motores GM V8 para sus vehículos deportivos en la planta de Nueva York, es una clara señal de por dónde se perfilará el desarrollo del Salón del Automóvil de Detroit este fin de semana en el Centro Cobo de la capital de Michigan.

Diseños futuristas, sí, se presentarán, pero la voz del planeta a través de los activistas que luchan en pro de un medio ambiente limpio de bióxido de carbono, presionarán para que la industria automotriz de Estados Unidos acelere la producción de más y mejores vehículos híbridos, de propulsión de hidrógeno con celdas de combustible, con la eliminación de la gasolina como carburante principal y dar paso a fluidos menos contaminantes con base en la utilización de basura y demás desechos, hasta la propia propulsión a base de aire.

Toyota A-BAT estará en Detroit

Este será uno de los trabajos conceptuales propuestos por Toyota, el A-BAT.

Del 19 al 27 de enero los norteamericanos y otros muchos miles de visitantes se darán cita en la fría y francamente antihospitalaria ciudad de Detroit para conocer las propuestas de los principales armadores de vehículos donde los caprichos prevalecerán pero no podrán negar el factor ecológico que ya está presente en toda propuesta, obligados por la segunda gran Reforma Energética que obliga a los fabricantes a bajar el consumo de gasolina de sus autos y pesadas camionetas y a proponer alternativas viables para la sustentabilidad.

Con un impacto económico de $500 millones de dólares, el Autoshow de Detroit tendrá por primera vez la presencia de cinco marcas chinas (buscar artículo al respecto), las cuales buscan incursionar en el mercado más grande de México, una de ellas, la First Automotive Workers, FAW, a través de una operación conjunta en México.

Más de 50 lanzamientos de las más de 37 marcas automotrices que se dan cita año con año en el Centro Cobo, frente al Centro de Hoteles Renacimiento pertenecientes a General Motors, enmarcan el compromiso social de la industria automotriz por disminuir los miles de millones de toneladas de bióxido de carbono que este sector ha emitido al medio ambiente.

Un entorno político crítico para el presidente Bush, quien estará de gira por Oriente Medio para cuando arranque el autoshow, enfrenta a la industria con los legisladores que presionan para que el sector automovilístico de ese país se ponga alerta sobre la necesidad de implementar nuevas tecnologías si quiere seguir siendo un pilar económico de los Estados Unidos y no sucumbir al corto plazo. No es fácil que eso suceda, pero la crítica situación de GM, Ford y aún la Chrysler, no pinta para mejorar las cosas este año.

Todo arrancará con las presentaciones a prensa, a partir del próximo domingo 13, lunes 14 y martes 15, y luego las exhibiciones privadas para la industria el día 16 y 17 y la noche de caridad el 18, además de la realización de un Foro de Diseño titulado «Diseñando para la diversión» (como si los estudiantes no jugaran un papel fundamental en el redimensionamiento de la industria a nivel de la ecología). Son 700 proyectos académicos que bien valdría la pena que los «sesudos» diseñadores de Detroit y California atendieran.

El desayuno que tendrán los industriales de los sectores terminal y de autopartes con el tema «Más allá de lo verde; de la mistica de lo sustentable» bien valdría la pena que hiciera hincapié en el compromiso social y natural de la industria para con el medio ambiente.

 

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