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Algunos analistas en Estados Unidos ven con pesimismo que el consejo de directores de General Motors Corporation determine la adquisición de Chrysler LLC en manos de Cerberus Capital Management LP. En cambio, piensa que los chinos son la mejor opción por contar con suficiente liquidez para la compra, necesitar una red de distribuidores fuerte y un portafolio de productos tan amplio como la división Jeep, entre otros aspectos a su favor. Tampoco se descarta, en ese análisis, a Renault-Nissan y su interés por contar con una empresa norteamericana en su visión global del negocio automotriz.
Keith Crain, editor de Automotive News (AN) de Estados Unidos, considera que Stephen Feinberg, presidente de Cerberus Capital Management LAP (CCM), está deshojando la margarita –termino aplicado por nosotros en la interpretación– para ver cuánto pide por Chrysler. La danza de los millones de dólares en su mente, diríamos aquí.
Pero el editor de AN pone en consideración que Cerberus no ha sido una empresa ejemplar en el manejo de Chrysler, ni en Estados Unidos ni a nivel global.
En efecto, decimos nosotros, ¿Dónde quedó la negociación con los chinos para traer a México el Chery by Dodge? ¿Dónde quedó la operación con Nissan para la producción de autos japoneses con el pentastar de Chrysler y ser vendidos en Sudamérica? ¿Dónde la producción de camionetas Nissan Titán en México en su planta de Derramadero?
Regresando al analista norteamericano, considera que el consejo de directores de General Motors Corporation no está totalmente de acuerdo en que se compre a Chrysler o haya una alianza estratégica de negocios compartidos. Es más: Crain va más allá en su consideración y cree que GM dirá finalmente no a Cerberus.
Según terceras fuentes, la respuesta de ambas entes (GM y Cerberus) debe darse antes que acabe el mes. Si el análisis de KC es certero, no tendrían por qué esperar tanto para decir que no.
Pregunta el editor de AN: ¿Cuántos distribuidores habrá con una alianza Chrysler-GM? Muchos, responde. También habrá muchos modelos, muchas marcas, muchas deudas, muchos empleos y poca liquidez.
Para el nuevo tamaño de una posible compañía GM-Chrysler, se requiere mucho dinero para moverla, decimos nosotros: ¿No es flexibilidad lo que está buscando GM desde que inició su adelgazamiento hace cinco años? Por tanto, una compra de este tipo le puede resultar inconveniente para sus finanzas, aunque no hay que perder la perspectiva que Cerberus le daría liquidez a GM en la operación (aunque después se comience a deshacer de lo que no le sirve… incluidos miles de empleados de Chrysler).
El analista pone atención en el desempeño de los chinos. Ellos dice, tienen suficiente liquidez para comprar a Chrysler enterita. Ellos necesitan a una red de distribuidores tan amplia como la es la de Chrysler con sus marcas Dodge, Jeep. Ellos, los chinos, quieren contar con la tecnología que no poseen y es la que se ofrece en los vehículos norteamericanos. También se interesan por una división tan poderosa (digamos que es la carta fuerte de CCM) como Jeep, la joya de la corona chryslereana.
El análisis de hoy también no descarta a Carlos Goshn, el presidente de la alianza Renault-Nissan quien desde hace meses ha dicho que a la firma global le interesa contar con un aliado norteamericano. Intentó algo con Ford, y con Chrysler también está formado, como aquí dijimos hace unos días.
Sin embargo Crain considera que hay problemas financieros en Renault y Nissan que le ponen difícil a Goshn una aventura de este tipo. «Se le puede ir de las manos», dice.
Que Cerberus no sabe qué hacer en este momento.
Y surge la pregunta: ¿Qué papel juegan la red de distribuidores de las marcas del pentastar en Estados Unidos pero también en Mëxico y en Canadá? ¿Y los miles de trabajadores en los tres países? ¿Y quienes compran Chrysler hoy en día?
¿Usted qué piensa, estimado lector?
