México, lejos de la hibridomanía

Cuando hace cinco años Toyota trajo a México sus primeros 11 vehículos Prius híbridos, todo mundo pensó que el país entraba de lleno a la era de la hibridomanía. Pero no fue así.

Toyota Prius

Consumidores lejos de la hibridomanía.

El burocratismo acentuado hasta la médula de la Secretaría del Medio Ambiente, los intereses mezquinos de una de las armadoras que se vería más afectada por la entrada a México de este tipo de unidades y otros factores, retardaron su venta.

Hoy todavía Toyota no puede vender este tipo de unidades al amparo de un descuento a los compradores para hacer más asequible su comercialización.

La oficina del medio ambiente probaría esas unidades para determinar su viabilidad en el mercado mexicano y una lógica exención o disminución de impuestos para este tipo de unidades ecológicas.

Nada se dio.

Toyota, siendo la primera en intentar traer este tipo de unidades, se enfrentó a los clásicos papeleos dentro del gobierno mexicano. Ir de una oficina a otra y enfrentar la corrupción reinante en el poder público federal.

Años después, en 2006, Honda entró en este terreno con su primer vehículo híbrido, el Civic a un precio de $289 mil pesos.

Una nueva cultura automotriz pero a un precio muy caro.

Mientras en Estados Unidos son más de 15 los modelos que ya circulan con propulsión de motor eléctrico combinado con motor de combustión interna, el paradigma de los híbridos, en México sólo una marca y un modelo son los disponibles para un mercado de un millón 190 mil unidades pero con una potencialidad de 5 millones de compradores si el poder adquisitivo se los permitiera.

Toyota tiene en Estados Unidos circulando sus modelos Camry, Prius, e incluso su línea de lujo Lexus. Honda por su parte también ha hecho lo mismo no sólo con el Civic sino el Accord y su línea cara de Acura. Nissan igual con el Altima, con Ford y GM.

La hibridomanía tardará para México a pesar que el año entrante se comienzan a producir los primeros modelos en Ford Hermosillo con el Fusion y General Motors en Ramos Arizpe con el Saturn posiblemente, pero para la exportación.

Siendo México un país potencialmente productor de petróleo, con una enorme corrupción en las filas de esa empresa estatal, al igual que el sucio sindicato petrolero, pero con pocas reservas de gasolina por la gran importación que se hace desde Texas del hidrocarburo, no es posible que el gobierno federal no trabaje en pro de una nueva cultura automotriz de los autos ahorradores de gasolina y de tecnologías alternas como la de los autos híbridos a mejor precio.

La Secretaría de Economía todavía platica con la oficina de medio ambiente sobre si apoyar al gas natural, el biodiesel, etanol, bioetanol, diesel sin azufre, autos eléctricos o los híbridos.

Conflictivo asunto.

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