Injustificado incremento en el precio de los automóviles en México

En 2011 el Nissan Versa costaba $165,800, hoy $173,900; en 2016 el Chevrolet Spark Classic valía $130,000, hoy $183,800 (41% más); en 2015 el Ford Figo tenía precio de lista de $165,000, hoy $198,400; en 2016 el Hyundai Grand i10 se posicionaba en $135,900, hoy $178,000, un 31% más. Las ventas de la industria cayeron sólo un 2% entre enero-agosto de 2017 y 2018. Entonces, ¿por qué tanta diferencia entre ventas y precios?

Los incrementos en los precios de los autos nuevos van del 12 al 69% (Fotos de archivo).

Mes a mes los representantes de la industria y el comercio de autos en México salen a la palestra a decirnos que las ventas de vehículos están a la baja por «la disminución del poder adquisitivo y porque la inflación no ha cedido conforme a las expectativas del Banco de México». A cambio, autos como el Chevrolet Spark Classic incrementaron su precio 41%, pasando de 130 mil pesos en 2016 a 183,800 en 2018. Y la industria sólo disminuyó un 2% en sus ventas de enero a agosto de 2017, comparado con este año, pasando de 990,492 unidades a 913,726.

¿Qué justifica que un Hyundai Grand i10 pase de 135,900 a 178,000 pesos en tan sólo dos años, o sea un 31% más? La industria fue tratada bien por sus consumidores en 2014 cuando se vendieron en México 1´135,409, un 7% más que en 2013. Y el comprador no se rajó en 2015 cuando se comercializaron 1´351,648 unidades en 2015, o sea un 19% más. Pero tampoco se echaron para atrás en 2016 cuando se emplacaron 1´603,672 vehículos, otro 19% de incremento. ¿Si tan bien le fue a los fabricantes e importadores de autos nuevos, por qué castigan a sus clientes con subidas en los precios de los vehículos que oscilan entre el 12 al 69%?

La otra trampa al consumidor son las espantosas altas tasas de interés.

Las marcas de automotores dicen padecer tremendamente la caída en la venta de vehículos en 2017 y lo que va de 2018. El año pasado bajó 5% la demanda con 1´530,317 autos y camionetas. Pero vea usted: De enero a agosto del año pasado se habían facturado 990,492 unidades. Y en el mismo plazo de este año se han vendido 913,726 vehículos, apenas un 2% abajo. ¿Justifica esta baja del 2% el incremento al precio entre 31 y 69%?

Alguien no está haciendo bien su trabajo. Y el consumidor merece precios justos. No bonos ocasionales. Un precio justo en los automóviles.

Volviendo al caso del Chevrolet Spark Classic, que ha subido 41% en su precio. ¿Justifica la presencia de frenos ABS y dos bolsas de aire el incremento? Lo mismo para el otro ejemplo, el Hyundai Grand i10.

¿Por qué los patios de los fabricantes están llenos de automóviles?

De los autos más vendidos: El Nissan Versa comenzó con un precio de $165,800. Hoy cuesta $173,900 y sigue teniendo dos bolsas de aire y una transmisión manual de sólo cinco velocidades.

El Chevrolet Aveo en su lanzamiento costaba $129,900 sin bolsas y sin frenos ABS; se fabricaba en México. Hoy se importa de China, apenas si tiene dos bolsas y frenos ABS y vale $180,300. El incremento no justifica para nada la calidad el producto.

El Ford Figo se introdujo con un precio de $165,000. Hoy cuesta 198,400 y, por esa versión no se tienen frenos ABS y una vieja caja de cinco velocidades. Injustificado incremento. O, al menos, a ese nivel el aumento.

Pudiéramos pasar horas mencionando más ejemplos.

¿Por qué si la industria vende más que hace 10 años, sus precios están 30%, en promedio, más arriba?

 

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