¿Qué se traen entre manos Carlos Ghosn y Bob Nardelli?

Cuando Nissan y Chrysler o Chrysler y Nissan (todos los de la industria siempre quieren ser líderes o número uno) anunciaron en enero que Nissan fabricaría para Chrysler un auto pequeño basado en la plataforma del Versa fabricado en México con el nombre de Tiida, y que este se comercializaría en Sudamérica con el pentastar de Chrysler, los periodistas comenzamos a voltear a esta gran faena del nuevo empresariado financiero que comienza a regir a la industria, superando a los grandes personajes de la industria automotriz como lo fueron Lido Iacocca o Roger Smith.

Pero cuando ha trascendido en México que Chrysler va a fabricar la Nissan Titan en su planta de Ramos Arizpe, en Coahuila para el año 2011, ello nos hace pensar: «¿Qué se traen entre manos Carlos Ghosn, presidente de la alianza Nissan-Renault y Robert Nardelli, expresidente de Home Depot y ahora responsable de Chrysler por orden de la nueva patrona de la automovilística que es Grupo Cerberus, una de las principales financieras en Estados Unidos con capital multinacional y que domina el campo de los seguros y las fianzas en ese pais?

¿Cuándo habíamos visto que una planta armadora de automóviles cuyo negocio principal es la fabricación de coches para subsistir, encargarle a otra ensambladora que le fabrique autos para vender? Hace cinco años esto hubiera sido la gran estupidez del mundo. Hoy no. Hoy los negocios parecen entenderse más por la rentabilidad y subsistencia del negocio a costa de lo que sea. ¡Cómo cambian los tiempos!… Y cómo seguirán cambiando.

Hace unos meses el astuto y viejo avaro Kirk Kerkorian, personaje estrafalario del mundo de los terrenos y construcciones en Las Vegas con su firma Tracinda, y accionista primero de Chrysler de donde salió raspado y luego de General Motors, movió las fichas de su ajedrez personal para presionar a GM a negociar con Carlos Ghosn para una alianza GM-Nissan. Se dieron bajo presión las pláticas, pero Rick Wagoner, presidente de GM llegó acompañado de su séquito a las pláticas con miras en no negociar nada y menos aliarse con Nissan.

Carlos Ghosn, cuando vino a México, dijo que le gustaría tener una alianza con alguna de las tres empresas norteamericanas. Ahora se sabe que algo traen entre manos Bob Nardelli y el ejecutivo nacido en Brasil, de orígen libanés y criado en París.

Son ya tres trabajos conjuntos. Un auto basado en el Nissan Versa para Chrysler para venderlo en Sudamérica, una camioneta Nissan en Ramos Arizpe, México, para el mercado norteamericano y ahora un pequeño auto que se armaría en Oppama, Japón, para Chrysler y su venta en el recesivo mercado de Estados Unidos (es más práctico fabricarlo en México, el proyecto allí está).

Si de subsistir se trata, Chrysler, empresa que estuvo en la quiebra en los años 70 y fue rescatada por el gobierno de Estados Unidos que le evitó desaparecer, se defiende sola. Hizo alianzas con Mitsubishi para alcanzar la producción de autos pequeños y económicos. Entró hace unos meses en pláticas con Chery Automobile para impulsar la venta de autos chinos en América del Norte (en Mëxico ya se vende un producto chino con plataforma Mitsubishi para el mercado de las Van de pasajeros y la carga y el año entrante lo hará con el modelo QQ con el nombre de Chery by Dodge).

Por lo tanto, la supervivencia de Chrysler está a prueba. Un analista británico escribió en un libro hace varios años atrás que la gran empresa norteamericana que estaría por desaparecer de la guerra entre marcas sería precisamente Chrysler.

¿A qué le apuesta Carlos Ghosn? ¿A quedarse con lo que quede de Chrysler?

No nos adelantemos tanto. De momento ambas compañías se ayudan donde son débiles. Nissan le dará a Chrysler poder en vehículos subcompactos con bajo consumo de combustible cuando las leyes en Estados Unidos empujan hacia ese sentido. Y Chrysler, fuerte en el segmento de SUV y pickups le dará a Nissan un re-estilo en su Titan que no ha tenido la buena fortuna en el mercado de vehículos de carga al igual que la Tundra de Toyota, con bajos volúmenes de venta.

Chrysler hará nuevas inversiones en Ramos Arizpe, Coahuila, para producir la nueva Nissan Titan con volúmenes entre 50,000 y 100,000 unidades anuales.

 

 

 

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